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La caída de pasajeros sitúa a San Pablo por detrás de Valencia y Fuerteventura

Por primera vez desde 2006 no se alcanzaron los 400.000 viajeros en agosto y el descenso acumulado supera ya el 12%.

el 16 sep 2012 / 19:27 h.

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Un grupo de turistas hacen cola para facturar las maletas en el aeropuerto de San Pablo.

El aeropuerto de Sevilla ha pasado de batir su propio récord de pasajeros en 2011, al rozar los cinco millones, a una caída en picado que, aunque generalizada en todos los aeródromos españoles, ha hecho perder ya a San Pablo su décimo puesto en el ránking nacional, viéndose superado no solo por el de Valencia, que siempre le ha pisado los talones, sino también por el de Fuerteventura. Y es que, el aeropuerto sevillano acumula ya ocho meses de caída y en agosto, por primera vez desde 2006, no ha llegado a los 400.000 viajeros cuando el año pasado casi rozó el medio millón (18,2% menos). En lo que va de año, han pasado por San Pablo 2,9 millones de pasajeros, un 12,2% menos que entre enero y agosto del año pasado.

La pérdida de pasajeros triplica la caída media estatal (4%)
y aunque hay hasta 15 aeródromos (incluyendo también los de mercancías solo y militares) que han perdido más viajeros este año, entre los primeros en cuanto a tráfico sí es la caída más abultada (Barajas ha perdido un 7,7%, El Prat un 4,4% o el de Málaga un 1,5%). El descenso también afecta aunque en menor medida al tráfico de mercancías, que acumula un 6,1% de pérdidas. No obstante, con 3,2 millones de kilos transportados hasta agosto, en mercancías San Pablo sí mantiene su novena posición.

Verano. El descenso de pasajeros ha sido una constante en el aeropuerto de Sevilla desde principios de año, sin embargo se ha acrecentado durante el verano. Solo en agosto, que tradicionalmente es el mes con más tráfico, se han perdido 88.835 viajeros. Ese mes pasaron por San Pablo 392.042 viajeros, menos que en abril, mayo o julio. No obstante, el otro mes fuerte del verano también registró una caída de 75.089 pasarejos. El verano, por tanto, llamado a repuntar el tráfico aéreo, no ha hecho sino acentuar las malas cifras del año.

En la reciente inauguración de la ampliación de Fibes, el gerente del Palacio de Congresos, Gaspar Sáez, reconoció que la falta de conexiones aéreas internacionales es uno de los problemas con los que cuenta Sevilla como destino del turismo de congresos y sede de grandes eventos culturales. Y es que ese es precisamente el talón de aquiles del aeródromo hispalense. No en vano, los vuelos internos acaparan el 30% del tráfico en San Pablo, con Barcelona como principal destino seguido de Madrid. París es el tercero muy parejo con Palma de Mallorca.

Solo en verano se incrementa la oferta a destinos extranjeros. En concreto, este año el aeropuerto de Sevilla ha estado conectado con 22 destinos de diez países (Marruecos, Alemania, Bruselas, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, Malta, Portugal y Reino Unido), una oferta sin embargo inferior a las 27 rutas del verano de 2011. También la oferta de vuelos nacionales ha bajado, con 17 destinos, cuatro menos que el año pasado. En total, la oferta estival que suele terminar en octubre, engloba 39 destinos, nueve menos que el año pasado. Por tanto, lejos de las aspiraciones del sector turístico y del propio Ayuntamiento, las conexiones internacionales de Sevilla no solo no aumentan sino que se reducen.

Un total de 18 compañías comerciales operan en San Pablo pero lo cierto es que solo una acapara casi la mitad de los pasajeros: la compañía de bajo coste irlandesa Ryanair, actualmente en el punto de mira del Ministerio de Fomento por sus problemas de seguridad y su desobediencia a algunas normas nacionales en materia de consumo. El 43% de los pasajeros que aterrizaron o despegaron en lo que va de año de Sevilla lo hicieron en un avión de Ryanair (1,2 millones). Le sigue otra low cost, Vueling, con 800.109 viajeros.

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