De mal en peor y el horizonte pinta aún más negro. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmaron ayer el deterioro de la economía española, que creció sólo una décima en el segundo trimestre de 2008 y el 1,8% en un año. La primera caída de la inversión en doce años y la moderación del consumo tienen gran parte de la culpa.
Después de años de bonanza, llega la hora de apretarse el cinturón, aunque de manera más brusca de lo que pensaban la mayoría de los expertos. La primera caída de la inversión española en doce años y el declive de la construcción acentuaron en el segundo trimestre el deterioro de la economía española, también afectada por la cada vez mayor moderación del consumo de los hogares.
De este modo, sólo creció en el segundo trimestre el 1,8% y, entre abril y junio, el avance del Producto Interior Bruto (PIB) fue del 0,1%, según confirmó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), que también apuntó un aumento interanual del empleo del 0,4%, lo que equivale a la creación de 69.400 puestos de trabajo en doce meses.
El débil crecimiento del segundo trimestre se debió a que la demanda interna sólo aumentó 1,5 puntos en un contexto de fuerte moderación del consumo de los hogares, que sólo subió 1,2 puntos, y de un retroceso de la inversión -el primero desde el primer trimestre de 1996- que fue de dos décimas.
Dicha bajada vino empujada sobre todo por la caída de la inversión en construcción, de hasta 2,4 puntos (la primera desde el segundo trimestre de 1996), mientras que el sector exterior volvió a registros positivos por primera vez desde el primer trimestre de 2001, con una aportación al crecimiento de 0,3 puntos.
Según el INE, estas cifras constatan que la economía continúa en la senda de desaceleración iniciada hace un año "similar" a la que registran los países de la Zona Euro.
El consumo de los hogares se ha deteriorado como muestran las menores cifras de comercio al por menor, ventas de automóviles o carteras de pedidos.
La otra parte que completa la demanda interna, la inversión, experimentó una fuerte caída desde el crecimiento del 2,5% en el primer trimestre hasta la bajada del 0,2%, debido sobre todo a la destinada a la construcción, que presentó una tasa negativa del 2,4%.
La aportación positiva de la demanda externa, la primera en siete años, ha sido posible en un trimestre en el que se moderaron tanto las exportaciones como las importaciones. Así, mientras las ventas se desaceleraron dos décimas y crecieron el 4,1%, las compras al exterior se moderaron 1,8 puntos y sólo aumentaron el 2,3%.
En cuanto a la actividad, la de la construcción volvió a registros negativos, del 1,9%, mientras se aceleró la caída de la industria, del 2,8%, y sólo las ramas energéticas (4,8 puntos), servicios (3,7) y actividad agraria (1,9 puntos) registraron tasas positivas.
Según el INE, el crecimiento interanual del empleo se redujo en un punto, ya que sólo avanzó cuatro décimas, lo que equivale a la creación de 69.400 puestos de trabajo a tiempo completo en un año, debido a la desaceleración del empleo en industria y servicios y a la mayor caída en la construcción.
Del lado positivo está el aumento de la productividad, que fue del 1,4%, dos décimas superior al del primer trimestre.
