La Caixa, desde ayer oficialmente Caixabank, ha vuelto a hacer historia al convertirse en la primera caja de ahorros en cotizar en bolsa en el marco del proceso de bancarización y reestructuración del sector financiero español. Su estreno bursátil, al que seguirán los de Bankia y Banca Cívica el 20 de este mes, se saldó con una caída del 1,1%, hasta los 4,76 euros por acción, aunque los títulos del banco llegaron a repuntar más de un 2% a media sesión. Sin embargo, el Íbex sí logro cerrar al alza, un 1,28%.
El presidente de La Caixa, Isidro Fainé, que dio ayer el toque de campana ante el salto al parqué, aseguró que el paso dado por Caixabank -sustituyendo a Criteria- y los previstos supondrán "un cambio de rumbo para la economía española".
"El campanazo que acabamos de oír, junto a los que vendrán a lo largo de este mes, me gustaría que tuvieran un sentido de cambio de rumbo, no solo para las compañías que cotizan en bolsa sino para toda la economía española y para los ciudadanos".
El también presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) se declaró consciente de que la economía española atraviesa "momentos difíciles", pero agregó que no tiene añoranza de las épocas fáciles porque es este tipo de contextos los que permiten "superarse a uno mismo".
"Hoy necesitamos romper moldes y generar nuevas propuestas y llevarlas a la práctica", dijo Fainé, tras destacar el poder creador de los momentos de riesgo como el actual. "Esto se consigue haciendo lo que se dice y viviendo con austeridad".
A preguntas de la prensa, consideró injustificada la elevada prima de riesgo de España respecto al bono alemán. "Tenemos motivos objetivos para no tener la prima de riesgo que se nos aplica", consideró Fainé, tras recordar que cualquier bajada en esa referencia contribuye a aumentar la confianza sobre el país.
En cuanto a los descuentos sobre el valor en libros a los que saldrán a cotizar Bankia y Banca Cívica, Fainé estimó prematuro hacer una valoración, a falta de conocer el precio definitivo al que saldrán al parqué.
Fainé aseguró sobre Caixabank que es "un corredor de fondo" con una política sostenida de buenos dividendos que garantiza la continuidad del modelo de negocio de La Caixa y su Obra Social, características propias de lo que denominó capitalismo social, "justo y modélico".
El nuevo banco del grupo La Caixa, que ocupa el décimo lugar por capitalización bursátil entre los bancos de la Zona Euro con 10,5 millones de clientes, conjugará el cuidado al accionista con el servicio a la clientela por toda la geografía nacional, sostuvo.
Sobre los procesos de ejecuciones hipotecarias señaló que "no son un tema preocupante" en la actualidad, y que los usuarios de hipotecas están protegidos porque tienen "un valor real", aunque se mostró partidario de ver "los casos excepcionales" que se puedan dar.
Por su parte, el vicepresidente y consejero delegado, Joan María Nin, auguró que tras el proceso de bancarización de cajas y con el sistema financiero español reconvertido, "a partir de agosto o el año que viene llegará la necesaria estabilidad del sector para que el crédito llegue a familias y empresas".
Nin consideró que "con la fórmula de cajas no era posible" hacer frente a las exigencias de capital de las nuevas normativas y los mercados, lo que se solventa con la actividad indirecta a través de bancos para poder capitalizarse. Además, el directivo aseveró que la vehiculación del negocio financiero a través de un banco no cambiará la actividad y Obra Social.
Las agencias de calificación S&P y Moody's elevaron el rating de Caixabank en tres y un escalón, hasta Aa2 y A+, coincidiendo con su estreno en bolsa, mientras que Fitch le asignó a la antigua Criteria CaixaCorp una calificación A+. S&P y Moody's también rebajaron dos peldaños la calificación de La Caixa aunque Fitch la mantuvo estable.
