El futuro de las Reales Atarazanas se sigue conociendo a cuenta gotas.Ayer la Obra Social de La Caixa anunciaba a través de un comunicado de prensa, facilitado durante la firma de un acuerdo de colaboración más amplio firmado con la Junta de Andalucía, que espera poder abrir el antiguo astillero medieval como centro cultural en el año 2017 ocho años después de la cesión por parte de la Consejería de Cultura, para lo que reitera su compromiso de invertir diez millones en rehabilitar el edificio, que lleva desde hace cinco años sin ser sometido a trabajos de restauración, pese a su antigüedad y necesidad de constantes cuidados de conservación. Sin embargo, el documento no aclara si esos millones son el presupuesto total con el que cuenta para la conversión del monumento en un museo dedicado a América o si se esperan otras aportaciones.
Este periódico se puso ayer en contacto con Consejería de Cultura, titular del inmueble, que declinó aportar más información que la que hasta ahora ha dado el consejero del ramo, Luciano Alonso, si bien señalaron que la financiación de la recuperación de las Atarazanas debería ser afrontada por parte de La Caixa, asumiendo que los diez millones serán suficientes para la restauración, algo que no comparten algunos arquitectos y expertos, que consideran que este conjunto requeriría una inversión mayor.
Tampoco está clara la posible implicación del Consistorio, ya que aunque inicialmente rechazó aportar dinero para la rehabilitación de este edificio, de titularidad autonómica, recientemente el alcalde,JuanIgnacio Zoido, ha manifestado su intención de implicarse personalmente en la búsqueda de una solución para las Atarazanas, por lo que queda en el aire saber si eso se traducirá en alguna colaboración económica.
Cabe recordar que cuando la antigua caja de ahorros decidió llevarse el proyecto del Caixafórum del antiguo astillero a la torre Pelli y luego volvió a asumir el reto de recuperar las Atarazanas, manifestó su intención de contar con las dos administraciones para asumir el coste, si bien nunca llegó a concretarse.
Por el momento, el único dinero que está sobre la mesa son los diez millones de La Caixa. Según el comunicado de ayer, en estos momentos, la Obra Social, la Fundación Cajasol y la Junta de Andalucía avanzan en la definición de un proyecto denominado Atarazanas.Un espacio de diálogo con América, cuyos detalles se esperan presentar antes de verano.
Conceptualmente, según la nota, esta iniciativa concibe el monumento «como un espacio de encuentro puesto al servicio del continente americano y de su cultura, un escenario de intercambio, debate y pensamiento entre América yEuropa desde Andalucía».
«Las tres entidades están trabajando en un clima de diálogo y entendimiento, para que las obras puedan iniciarse en el presente año y el nuevo centro abra sus puertas a la ciudadanía en el plazo de tres», añade el comunicado, que sitúa por lo tanto en 2017 la posible fecha de apertura, es decir, un año después de la dada para la inauguración del Caixafórum de la torre Pelli.
En cuanto al concepto que rodeará al futuro museo americanista, finalmente se ha impuesto la idea de la Consejería de Cultura, que presentó a La Caixa y a la Fundación Cajasol que se encargará de programar las actividades culturales un plan que proponía convertir el espacio en un centro que se centraría en la relación que la capital hispalense tuvo con el Nuevo Mundo, concretamente con Iberoamérica, a raíz del Descubrimiento, de modo que esta institución establecería un diálogo vivo con los países hispanos de aquel continente.
Esta idea no es nueva, sino que rescata la filosofía del ambicioso proyecto que en su día presentó Jerónimo Páez, exdirector de la Fundación Legado Andalusí, y que consistía en convertir las Atarazanas en una Casa de América, en la que Sevilla ostentara un papel de liderazgo a través de un museo que abundara en la historia de la ciudad en aquella época.
La intención final era la de convertir a Sevilla en «capital política, económica y cultural de Hispanoamérica». Páez presentó esta propuesta en 2007 a Cultura que, en un primer momento la aceptó, si bien después la abandonó sin dar demasiadas explicaciones para ceder el espacio a La Caixa por 75 años para el Caixafórum.
La idea casa también con las pretensiones de asociaciones como Velázquez por Sevilla, que llegó a reclamar al Estado el traslado del Museo de América a Sevilla. El exdirector de la Fundación Legado Andalusí explicó recientemente a este periódico que nadie de la Junta se había puesto en contacto con él para hablarle de este nuevo planteamiento y que desconocía lo que Luciano Alonso quería hacer en las Reales Atarazanas. «Yo entregué hace años mi proyecto a la consejería, pero nadie me ha llamado para comentarme nada», aseguró.
