Jesús María Sánchez, alcalde socialista de la localidad de Pilas. La calidad de los servicios que presta el Ayuntamiento de Pilas está en peligro. La situación económica del Consistorio es más que dramática, ya que tiene una deuda de aproximadamente 22 millones de euros, para una localidad cuyo presupuesto municipal ronda los 9,5 millones de euros. El futuro que tiene por delante este Ayuntamiento es francamente negro, tal y como admitió el alcalde, Jesús María Sánchez (PSOE), quien no quiere ni pensar en el mes de agosto cuando tendrá que hacer frente al pago de intereses y a la amortización de capital del primer plan de pago a proveedores, a lo que se sumarán otros abonos como las nóminas o deuda a la Seguridad Social, entre otros. Una suma de conceptos que obligarán al Ayuntamiento de Pilas a tener que desembolsar a partir de esa fecha cerca de 100.000 euros al mes. Una cantidad inasumible. Por este motivo y antes de que llegue esta ruina, Sánchez remitió un escrito al Ministerio de Hacienda solicitando una reunión con el objeto de valorar la maltrecha economía local y plantear medidas que permitan a este Ayuntamiento seguir cumpliendo con sus vecinos. Sin embargo, el Gobierno central rechazó esta petición a través de un escrito del subdirector General de Estudios y Financiación de Entidades Locales que le denegó la posibilidad de mantener una reunión con la secretaria general de Coordinación Autonómica y Local. A pesar de este varapalo, el regidor indicó que seguirá insistiendo en mantener una reunión con Hacienda, «porque el Ayuntamiento de Pilas está entre los 11 que peor se encuentra económicamente en la provincia de Sevilla y creo que desde Madrid se tiene que adoptar alguna medida». De hecho, recordó que para el Consistorio de Marbella, en manos del PP, se han adoptado medidas alternativa para que pueda seguir funcionando, «yo sólo pido algo similar, no una inyección de liquidez, pero sí un plan alternativo que no nos implique más recortes ni más impuestos». El regidor admitió que si desde el Gobierno no se actúa y no se adopta una medida excepcional «y se me obliga a despedir a 30 o 40 personas para pagar a los bancos me iré al ministerio con los vecinos». Sánchez censuró que él cuando llegó al Ayuntamiento en 2011 se encontró con unas maltrechas arcas municipales «y desde un principio adoptamos medidas para subsanar la situación y ahorrar». Como ejemplo puso que se ha reducido la iluminación en la vía pública y que ahora en vez de haber 18 contratados para el servicio de limpieza «sólo hay entre 8 y 10 personas». En este sentido remarcó que en el Ayuntamiento no se ha procedido al despido de trabajadores tiene en plantilla 150, que actualmente cobran al día sus nóminas, pero sí se ha reducido la contratación, que prácticamente se reduce a los Planes de Urgencia Municipal (PUM) de la Diputación de Sevilla y de la Junta de Andalucía. Además, para incrementar los ingresos, Pilas es uno de los municipios que decidió gravar con 500 euros a los bancos por la utilización del dominio público local, «pero esto sólo nos reporta unos ingresos de 6.000 euros al mes». Asimismo, se está cobrando a 400 viviendas que están en suelo rústico el Impuesto de bienes Inmuebles ( IBI) urbano, «a lo que se unen otras medidas de ahorro, aunque hemos decido no subir ni los impuestos ni las tasas por las dificultades económica actuales». Ante este panorama, Sánchez reiteró la necesidad de que Hacienda le escuche y ponga en marcha un plan que ayude al Ayuntamiento de Pilas a salir de la situación que se encuentra sin exigir más esfuerzos, «porque estamos haciendo nuestros deberes desde que llegamos al Consistorio», recalcó.