"¡Buen trabajo!", repetían los auxiliares por los respiraderos para que la felicitación llegara a todos los hombres, mientras los priostes echaban los faldones azules para completar de acicalar el paso, adornado con claves blanco, panaculata y "urquídeas", según el prioste, una especie de orquídea más pequeña y cerrada, entremetidas en las jarras. La banda de Guadalrosal interpretaba la Salve Marinera. Al misterio, le habían tocado Marineros del Carmen.
Había pasado el momento más emocionante de la tarde de ayer en la calle Feria, que se repetiría a la entrada de la cofradía. Tanto es así que desde la primera fila, tras la valla de protección, un joven forastero llamaba entusiasmado a su madre: "Mamá, te pongo el sonido para que escuches la salida de la Virgen. Es preciosa. Es la Virgen del Carmen. Ya no hablo, escúchala".
Ante el palio iban las representaciones de la Marina, el prior de los carmelitas descalzos del Santo Ángel, Juan Dobado; y el teniente de alcalde del Ayuntamiento de San Fernando, Manuel Prado.