La calle Silos volverá a estar cerrada al tráfico y, además, obligará a modificar la circulación por algunas de las arterias principales de la ciudad. A diferencia del primer tramo de obras, que se efectuó en 2008, el corte que supondrá esta segunda fase, que va de la calle Maíz hasta Zahína, sí repercutirá en el tráfico, ya que los vehículos que deseen llegar a la plaza de España desde la avenida de la Constitución deberán tomar el desvío por la calle Trigo hasta llegar a la calle Espiga.
Esta actuación supone la continuación del lavado de cara que el Ayuntamiento está realizando en la calle Silos, una de las grandes arterias de la zona norte del municipio. Los trabajos que reacondicionarán el segundo trecho de la vía comenzarán mañana lunes y durarán cuatro meses. La inversión, a cargo de la Diputación de Sevilla, es de 387.000 euros.
Emasesa será la encargada de iniciar las obras con la disposición de nuevas canalizaciones de alcantarillado. Ya en la última fase, durante dos semanas, se ejecutarán las obras más estéticas introduciendo un diseño innovador en acerados y luminarias.
Entre los elementos que materializarán la nueva imagen de la calle destaca un alicatado inspirado en la arquitectura de Gaudí –al igual que el Puente del Dragón– y la colocación de silos de 1,8 metros y 1,5 metros de alto, en forma de tronco y revestidos de azulejos. “Los silos son una alegoría al nombre de la calle pues representan a aquellos que en la antigüedad estaban enterrados en esta calle”, explica el concejal de Servicios Urbanos, Juan Antonio Burgos, al referirse a las actuaciones en el segundo tramo, en el que se proyecta un ancho de calzada de 6,5 metros.
Burgos ha aclarado que será exclusivamente el tercer tramo, desde calle Maíz hasta el final de la vía, el que quedará en un único sentido a la circulación, “ya que debemos acoplarnos a la normativa de la Unión Europea que nos exige acerados de un mínimo de 1,20 metros”.
