La Cámara de los Lores suspendió ayer a dos de sus miembros considerados culpables de tráfico de influencias, una decisión que no tiene precedentes en los últimos tres siglos. Lord Peter Truscott (ex secretario de Energía) y Lord Thomas Taylor, dos de sus miembros del partido laborista, habían sido acusados de hacerse pasar por intermediarios de una empresa extranjera de distribución.
Los dos lores, según la información publicada por Sunday Times, aceptaron interceder ante sus colegas para votar enmiendas a cambio de una remuneración de entre 24.000 libras (25.500 euros) y 120.000 libras (127.700 euros) por año. Los lores niegan estas acusaciones.
Por su parte, el primer ministro británico, Gordon Brown, rechazó ayer la petición del líder de la oposición conservadora, David Cameron, de convocar elecciones generales. El rechazo de Brown a una convocatoria electoral se produjo en la sesión semanal de preguntas al primer ministro en la Cámara de los Comunes, en un acalorado debate que tuvo como telón de fondo el escándalo de los gastos de los diputados. Cameron afirmó que las elecciones -que deben ser convocadas como muy tarde a mediados del 2010- eran necesarias para acabar con la "parálisis" del Gobierno laborista.
Esta parálisis viene provocada por el escándalo de los abusos económicos cometidos por los diputados, que el pasado martes provocaron la dimisión del presidente de la Cámara de los Comunes. Por ello, y para restaurar la imagen del Parlamento, el Gobierno británico propuso ayer una serie de medidas.
En su presentación del plan gubernamental de reforma del sistema de dietas, la líder de los Comunes -con rango de ministro-, Harriet Harman, afirmó que los cambios iban destinados a poner fin al "club de caballeros" que era la Cámara Baja.