Quedan cuatro días para las elecciones generales y durante la campaña el líder del PSOE-A, José Antonio Griñán, "solo ha dicho tonterías". Así calificó el dirigente del PP-A, Javier Arenas, desde Motril los mensajes de su contrincante, al que afeó que no haya hablado "ni una palabra de empleo". Por su parte, la número dos de los socialistas andaluces, Susana Díaz, replicó a Arenas -quien dijo no fiarse de las encuestas que dan ganador al PP porque "las carga el diablo"- que lo que "carga el diablo" es un "programa oculto".
El rifirrafe político continúa. Arenas repasó ayer algunas de las "tonterías" dichas por Griñán, como que haya asegurado que "la lactancia es una especie de canibalismo" -en realidad dijo "talibanismo", pero por error trascendió a los medios el otro término- o que "el PP quiere meterse en la cama de todos los españoles y en el cuerpo de las mujeres". La vicesecretaria Electoral del PP-A, Patricia Navarro, manifestó que el presidente de la Junta es "un machista disfrazado de progre". Le replicó la presidenta del PSOE andaluz, Rosa Torres, quien denunció que el PP "cobija a machistas a cara descubierta". Arenas arremetió contra Griñán porque, según él, ignora el tema del empleo en sus actos. "Lo comprendo porque tiene que sentir vergüenza", señaló el dirigente popular.
Mientras, el PSOE ahondó en denunciar el "programa oculto de recortes" del PP. Susana Díaz avisó de que el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, y el propio Arenas "no son de fiar" porque no quieren que la ciudadanía conozca sus auténticas "intenciones". La secretaria de Organización del PSOE-A, en una visita a Mairena del Aljarafe (Sevilla) junto a Marcelino Iglesias, su homólogo en el federal, insistió en que, aunque Rajoy ha admitido que "tendrá que tomar medidas duras, no dice cuáles".
"Cuando un dirigente no dice qué medidas duras tiene que tomar, no es un dirigente de fiar porque no quiere que los ciudadanos sepan cuáles son realmente sus intenciones", espetó. Llamó a los socialistas a "dar pelea" en el plano electoral y luchar por "cada voto". Desde Cádiz el vicepresidente Manuel Chaves advirtió a los indecisos -unos 700.000 votantes del PSOE- que "quedarse en casa es favorecer las opciones de la derecha".