Cultura

La cantante vende más de 21.000 entradas en 6 horas

En apenas seis horas, Madonna, a más de un mes y medio de que tenga lugar el concierto, ya ha escrito una página en la historia de la ciudad. Un total de 21.347 entradas se habían vendido ayer a las seis horas de ponerse a disposición del público los tickets.

el 15 sep 2009 / 09:02 h.

En apenas seis horas, Madonna, a más de un mes y medio de que tenga lugar el concierto, ya ha escrito una página en la historia de la ciudad. Un total de 21.347 entradas se habían vendido ayer a las seis horas de ponerse a disposición del público los tickets. Y al final de la jornada, el número superaba ampliamente las 22.000 localidades.

Con estas cifras -que seguirán creciendo en las próximas jornadas- el Estado Olímpico ya puede ir preparándose para lucir uno de los aforos más nutridos de cuantos ha acogido en su historia como recinto de conciertos.

Con dos únicas citas en España, la legión de fans de Madonna se ha repartido entre Valencia y Sevilla. Prácticamente agotadas en la ciudad levantina, se impone ahora la peregrinación a la capital hispalense. Las cadenas Fnac y Urende dispensaron ayer entradas en todas sus tiendas, y a ello hubo que sumarle el aluvión de personas que también pujaron por la suya en internet. Sólo en la tienda Fnac de Sevilla se vendieron ayer más de 3.000 entradas, una cifra que continuará creciendo aunque ya con las localidades preferentes agotadas.

De las más caras, las de 96 euros (denominadas front barricade) ya no queda rastro. Y también volaron las entradas ubicadas en el palco VIP con un precio que osciló entre los 266 y los 326 euros. El jefe de comunicación de Fnac Sevilla, Manuel Pilar Romero, explicó ayer que "el número de persona ansiosas por conseguir una de las entradas fue en aumento conforme avanzaba la mañana", lo que originó una "intensa jornada" para todos los dependientes de la tienda, que tuvo que reforzar su departamento de atención al cliente para atender la enorme demanda generada por la presencia de la cantante.

No sólo en la Avenida de la Constitución se vivieron colas, a pocos metros de allí, en la calle Tetuán la diminuta taquilla de La Teatral también se colapsó con más de un centenar de personas. Y en la tienda Urende de Tomares, los cajeros se afanaron en servir a las más de 1.000 personas que a lo largo del día pasaron escalonádamente para conseguir una entrada. Pronto, decían los más avezados, empezará una reventa que se presagia fuerte.

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