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La capital pierde otra vez población y se estanca en los 702.355 habitantes

La ciudad experimenta su segunda caída consecutiva y se sitúa en el mismo nivel que registraba en el año 2001.

el 02 ene 2013 / 21:33 h.

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Una maestra de guardería conduce a tres pequeños hasta sus aulas.

Sevilla capital ratifica su estancamiento demográfico tras perder población por segundo año consecutivo. Esta caída, reflejada en el padrón de 2012, sólo es de 666 personas, la mitad del registrado un año atrás, pero es suficiente para constatar que la capital no puede aspirar, al menos en los próximos años, a tocar su techo poblacional, que alcanzó en 1995 al situarse en 719.588 habitantes. Su misión es la de aguantar por encima de los 700.000 habitantes, una barrera psicológica y también con condicionantes económicos y políticos -pérdida de tributos y concejales-, y esperar a que Zaragoza, que le está comiendo terreno, no le desbanque en el futuro como la cuarta ciudad más poblada del país.

De momento, la parálisis de Sevilla es palpable. El Instituto Nacional de Estadística (INE) le otorga una población de 702.355 personas, un escenario casi calcado al de principios de siglo. Ese registro es, de hecho, 165 habitantes inferior al padrón de 2001 y el más bajo de los últimos cuatro años. Esa tendencia se asocia a la fortaleza de un área metropolitana que es la principal receptora de la población joven sevillana y, por ende, se apropia de ese margen de crecimiento en forma de nacimientos y tasa de natalidad. Sólo hay que comprobar que, un año más, los municipios que más han aumentado porcentualmente son Bollullos de la Mitación y Bormujos, únicos municipios cuyo padrón subió por encima del 3%.

Las últimas campañas de empadronamientos -dirigidas en especial a la población inmigrante- han amortiguado el golpe y han evitado que la caída sea mayor. La caída de población por debajo de los 700.000 habitantes llevó al anterior Gobierno local a poner en marcha estas campañas, que permitieron tres años de leve recuperación. Ya el año pasado se difuminó ese efecto, al perder 1.177 habitantes. Y este año se confirma.

Pese a este escenario, Sevilla se mantiene como cuarta capital más poblada. Lo permite la distancia de 22.731 habitantes que le separa de su inmediata perseguidora, Zaragoza. Un holgado colchón que, de todos modos, se ha reducido a una cuarta parte en la última década, ya que en el padrón de 2002 le separaban 83.695 habitantes. Sólo en el último año analizado por el INE, Zaragoza le recorta 5.000, lo que implica que, de persistir este ritmo, el cambio de posiciones se llevaría a efectos en un lustro.

Mientras la ciudad se estanca, la provincia mantiene la tendencia de querer recuperar la condición de cuarta provincia más poblada. Una condición que perdió con Alicante, que aumentó a un ritmo muy superior en virtud, en parte, a la inmigración. La provincia creció en 10.012 personas y se situó en 1.938.974 habitantes. Es decir, 5.000 menos que la provincia alicantina. Ese aumento en el padrón es, en términos globales, el tercer mejor registro, sólo superado por Barcelona y Málaga. Hasta Madrid está por debajo. Sin embargo, el ritmo, al igual que en el resto del país, se ha ralentizado: se ha pasado de los 26.194 habitantes que se anotó la provincia en 2007, a prácticamente una tercera parte.

De hecho, la última vez que aumentó tan poco fue hace ocho años, en el padrón de 2004.

Esto tiene su reflejo en los grandes núcleos urbanos, que crecen, pero no con el vigor de años precedentes. Dos Hermanas ganó 1.419 personas y está en 128.794 habitantes, por lo que sigue por delante de capitales de provincia andaluzas como Cádiz o Jaén. Alcalá de Guadaíra también ralentiza su subida, que se cifra en 875 para situarse en 73.675 habitantes. Utrera mantiene la vitola de ciudad, que obtuvo tras superar los 50.000 empadronados hace años. Tras él se sitúan como más pobladas Mairena del Aljarafe y Écija -esta última con otra caída del padrón- y, en un pañuelo, La Rinconada y Los Palacios.

BORMUJOS SOBREPASA LOS 20.000 HABITANTES 

Bormujos es el ejemplo claro de auge demográfico del Aljarafe. Durante años ha copado los primeros puestos en crecimiento del Padrón. Parejas jóvenes que eligieron este municipio como primera residencia ha sido clave para que Bormujos pase a ser un pueblo calificado como grande, distintivo que obtienen todos aquellos que superan los 20.000 empadronados. Lo ha conseguido tras crecer en 665 habitantes, es decir, un 3,31%. Eso supone un porcentaje de incremento mayor incluso que el registrado el año pasado, que fue del 3,06%.  

 

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