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La cara buena tampoco gana (Cajasol 68 - Regal FC Barcelona 74)

Ante un Barcelona discreto, lejos del nivel que se le presupone, el Cajasol no supo culminar con la victoria un buen partido. Viniendo de actuaciones lamentables, la mejoría general del equipo de Pedro Martínez pareció mucho. Foto: Paco Cazalla.

el 15 sep 2009 / 19:31 h.

Ante un Barcelona discreto, lejos del nivel que se le presupone, el Cajasol no supo culminar con la victoria un buen partido. Viniendo de actuaciones lamentables, la mejoría general del equipo de Pedro Martínez pareció mucho, pero si hasta cuando juega bien pierde, el panorama se torna desesperado.

El Cajasol parece que. Fue la frase más repetida en los corrillos típicos a la conclusión de un partido con una doble lectura y una conclusión inquietante. A saber: el equipo del San Pablo ofreció mejores sensaciones, fue más compacto, sobre todo debajo del aro en ambas zonas, defendió a un nivel aceptable y tanto Caner-Medley como DeJuan Collins, los fichajes de urgencia, dieron minutos de calidad. Por otra parte, aunque hay una prioridad clara en el juego ordenado por Pedro Martínez para poner el balón en manos de los pívots, no es menos cierto que hay un déficit sensible en el tiro exterior y que a la espera de la evolución de Collins, sigue sin haber un jugador de garantías para tomar la responsabilidad en los momentos calientes. La conclusión negativa: ante un Barcelona que deja mucho que desear, el Cajasol juega mejor que casi siempre y pierde como cada vez que salta a la pista. Las buenas sensaciones se olvidan sólo con mirar de reojo la tabla clasificatoria.

El Barcelona aguantó el tipo y acabó agarrando el triunfo con la base fundamental, en diferentes tramos casi exclusiva, de su acierto desde más allá de la línea de 6,25. Al descanso mandaba tras anotar 6 de 8 triples, mientras que mantenía un pírrico 4 de 13 en tiros de dos. Parece increíble que con la nómina de pívots que tiene a su disposición Xavier Pascual, en los primeros veinte minutos fueran superados claramente por las torres locales, con Triguero, Savanovic y sobre todo Caner-Medley con una gran actividad defensiva, hasta el punto de conceder un solo rebote ofensivo a sus afamados oponentes. En esos seis triples azulgranas no hubo firma alguna de Juan Carlos Navarro, que se marchó al descanso sin anotar con sólo dos tiros de dos, como si el partido no fuera con él.

Pero los catalanes se fueron arriba al intermedio (32-35) porque también aportaron una buena defensa, que forzaba al Cajasol a tirar al límite de posesión en situaciones complicadas en muchos de los ataques, sobre todo a los jugadores de perímetro, de tal forma que el partido se movía entre la superioridad interior de los locales y el acierto en el triple de los visitantes.

El desarrollo varió en la reanudación. Llegaron los triples de Ignerski y con ellos las primeras ventajas (42-37) justo cuando Navarro empezó a tomar partido, y junto a Víctor Sada, sustituto de un indolente Lakovic, y Basile, evitaron que el Cajasol soltara amarras en el marcador y en la confianza (50-50). En el intercambio de fases de irregularidad, le tocó al Caja cometer una serie de pérdidas de balón que permitieron al Barcelona anotar algunas canastas fáciles de contraataque. La vena de aciertos de Ellis e Ignerski no lograba devolver a los locales el control de la situación, entre otras cosas porque los pívots dejaron de ser una solución para resolver en ataque. Triguero falló algunos uno contra uno y acabó el partido con los 9 puntos con los que concluyó la primera parte, y Savanovic y Caner-Medley, que acusó la inactividad, prácticamente lo mismo.

Con esas dificultades ofensivas, a los locales les hizo mucho daño la versatilidad de David Andersen, un jugador muy difícil de defender, como el propio Ilyasova, altísimos, con buena mano, que sacan muchos tiros libres. Desde esos 4,60 metros acabó llevándose la victoria con relativa tranquilidad, en un tramo final condicionado sin duda por algunas decisiones arbitrales como poco cuestionables, como un acompañamiento que pitaron a Collins, o unos pasos a Ignerski cuando había recibido falta (65-69) en situación de tiro. Sea como fuere, al final lo que queda es una victoria en doce jornadas, el cartel de colista y la permanencia a dos triunfos de distancia.

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