José Fernando Sánchez Alamonte. Cruz de Guía de la hermandad del Carmen Doloroso
«Siento la responsabilidad de indicar el camino»
"Llevo mucho tiempo pidiendo portar la Cruz de Guía de la hermandad. Y ahora he tenido la suerte de que me la hayan dado. Siento la responsabilidad de indicar el camino y de que todo transcurra con normalidad", asegura José Fernando Sánchez Alamonte, hermano del Carmen Doloroso que por primera vez llevará la Cruz de Guía, coincidiendo con el estreno de la flamante adquisición.
La hermandad, que desde hace cuatro años realiza estación de penitencia el Miércoles Santos, incorpora este año novedades a su patrimonio, destacando la nueva Cruz de Guía que portará José Fernando Sánchez, un informático de 31 años que lleva vinculado a la hermandad más de una década y que este año podrá cumplir su sueño. El crucero afirma que "siempre ha querido llevar esa responsabilidad". La nueva cruz, donación anónima de un hermano, es un diseño del director artístico de la hermandad, Francisco Reyes Villadiego, y se realizó en el taller especializado en talla y dorado de Sergio Acal, en Carmona. Para su nuevo portador "es muy bonita. Es la palabra que mejor la describe. A la antigua le tenemos mucho cariño, es la que sacamos por primera vez a la calle y siempre la vamos a recordar".
Además, "la cruz que hasta el año pasado encabezaba el cortejo quedará para los cultos internos de la hermandad", señala José Fernando Sánchez, resaltando que está "muy ilusionado" en su nueva labor. La primera vez que el hermano del Carmen Doloroso vio la cruz fue cuando lo llamaron para adaptarle las asas a su altura, y se quedó sorprendido por su belleza. "Creo que va a llamar mucho la atención", avisa. En su debut como cruz de guía está siendo el centro de atención entres los hermanos de la cofradía, su familia y sus amigos, quienes bromean con él y no paran de lanzarle comentarios como:"Te vas a llevar todas las fotos" o "¡Ten cuidado! Agárrala bien, a ver si se va a caer", a lo que José Fernando Sánchez contesta:"Pesa un poquito y son muchas horas. A ver si aguanto".
Entre las nuevas adquisiciones destacan además de la Cruz, la toca de sobremanto para la Virgen del Carmen, la túnica de terciopelo blanco roto para el Señor de la Paz, el juego de dalmáticas y el ropón y medallón del pertiguero.
Leopoldo Herrero Nivela. Coronel del Regimiento de Artillería número 74
«Ya tengo la excusa para seguir viniendo a Sevilla»
Me he enamorado de Sevilla y voy a seguir viniendo por lo menos en Semana Santa, porque, además, me voy a hacer hermano”. Afirma el Coronel del Regimiento de Artillería número 74, Leopoldo Herrero Nivela, que el pasado 7 de abril concedió el título de Artillera de Honor a la hermandad de San Bernardo.
“Pensamos en conceder el honorífico a la hermandad de San Bernardo por toda la relación que tiene con los artilleros de Sevilla desde hace siglos. Todo empezó con la construcción de la Fábrica de Artillería por Carlos III en el barrio, ya que los obreros eran vecinos y hermanos de San Bernardo”, relata el Coronel, destacando que “en algunos momentos de la historia nos hemos ayudado mutuamente, y de todo eso surge una relación cada vez más estrecha, hasta ahora, que nos tratan como uno más de la hermandad. Por eso hemos pensado que es una buena forma de distinguirlos y agradecerles el trato, la atención y el cariño que nos dan”. Aunque éste no es el único reconocimiento, ya el coronel Esquivias les regaló un fajín de General que luce la Virgen del Refugio.
El Coronel Herreo seguirá ligado a la ciudad, como él mismo confiesa: “Ya no como militar, porque vendrá otro Coronel, pero sí como hermano y a nivel personal”. Igualmente, destaca que recibe muchas muestras de cariño de los hermanos: “Mi casa está cerca de la Parroquia y los domingos cuando voy a misa siempre se me acercan, son muy cariñosos”. En este sentido, el militar manifiesta que “los hermanos tienen las puertas abiertas de Artillería para todo lo que necesiten”. Normalmente, este título se le ha concedido a personas y es un hecho insólito el que se le haya otorgado a una institución.
El acto en el que se le puso la corbata con los colores nacionales al estandarte de la hermandad tuvo lugar coincidiendo con la celebración que el último viernes de cada mes hace el Regimiento en honor a los caídos. Cuando el Coronel llegó fue el Jefe de la Plana Mayor y el Coronel que le antecedía quienes lo acercaron a la hermandad. Ahora se lamenta de que “será la última vez que escolte al Cristo de la Salud”. Resalta que “Sevilla es diferente al resto de España, aquí se vive la Semana Santa el año entero. La relación es más cercana.”
Rafael Jiménez Sampedro. Historiador, escritor y hermano de las Siete Palabras
«Lo único que no ha cambiado es la túnica»
“La evolución histórica de la hermandad ha sido paralela al progreso de la humanidad. Se fundó 19 años después del Descubrimiento de América. Eran otros tiempos, otras costumbres y otra forma de ver la Semana Santa. Lo único que no ha cambiado es la túnica”, rememora Rafael Jiménez Sampedro, historiador y hermano de las Siete Palabras. En los 500 años de historia que cumple este año, la hermandad vivió momentos de esplendor.
Nada que ver con el “decaimiento” que desde mediados el siglo XX viene arrastrando, cuando las juntas de gobierno de aquella época –diferentes, pero en la misma línea– decidieron sacar a la calle dos pasos más. “No fue una decisión meditada, el crecimiento fue anormal y desmesurado y la hermandad no estaba preparada”, cuenta el historiador analizando la situación actual.
Actualmente, asegura el historiador, “existe en el seno de la hermandad el debate acerca de suprimir alguno de los pasos en la estación de penitencia”, incluso, “trasladarse a otra parroquia”, a lo que Sampedro se opone radicalmente ya que “si llevamos 500 años en San Vicente, ¿por qué renunciar ahora?”. Otro de los motivos a los que Sampedro achaca la decadencia es a “la mala prensa que ha tenido en los últimos años y que, afortunadamente, está cambiando para bien”.
Rafael Jiménez Sampedro, hermano desde 1975 y con una larga tradición familiar –primo del hermano número uno–, escribe actualmente un libro que según el propio autor “trata de recoger, sin resultar muy pesado, los 500 años de existencia de la hermandad en todas sus ramas. Además de un inventario completo del patrimonio que atesora.”
El lector podrá encontrar en el libro –aún sin título– historias muy poco conocidas. “En el Miércoles Santo de 1882, la hermandad no pudo salir a causa de la lluvia y se refugió en la Iglesia de San Gregorio en vez de volver a San Vicente. Solicitaron salir en la Madrugá y también llovió, por lo que se pidió salir el Viernes Santo por la mañana, completando así, de doce de la mañana a las tres de la tarde, la estación de penitencia a la Catedral. Una decisión meditada, ya que coincidió con las horas en las que Cristo pronunció sus últimas siete palabras”, adelanta el historiador.
José García Monge. Capataz del palio de la Virgen de Regla
«Mi ilusión es darle el martillo a su Santidad»
El próximo 19 de Agosto, la Virgen de Regla cambiará la Parroquia de San Andrés por la Iglesia del Carmen, y las estrechas calles del Centro por las grandes avenidas de Madrid. Seguramente, los termómetros marcarán algunos grados más que hoy y el olor a incienso será diferente. Pero la ilusión por sacar a la Virgen de Regla a la calle y representar a Sevilla en la Jornada Mundial de la Juventud que preside el Papa Benedicto XVI, será la misma que la del Miércoles Santo para José García Monje, capataz del palio.
“Mi ilusión es darle el martillo a su Santidad el Papa y que haga una levantá”, asegura José García Monge, quien afirma, en tono irónico: “Tendré que aprender italiano para invitarle a coger el llamador”. Además, se muestra muy ilusionado con la iniciativa, destacando que “es un orgullo y una enorme responsabilidad representar a la ciudad. Ya se lo estoy advirtiendo a los costaleros, que están muy ilusionados y ninguno se quiere perder la cita”.
José García, que lleva nueve años sacando el palio, nunca imaginó algo parecido. “Quizá una coronación, pero no esto. ¡Es una lotería!”, exclamó. Cuando Emilio Santiago, hermano mayor de la hermandad de los Panaderos, lo llamó por teléfono para darle la noticia, el capataz se llenó de satisfacción, aunque sus sentimientos se enfrentaron. En el hospital se encontraba ingresada una amiga que falleció un mes después, y para la que tendrá un recuerdo especial en la Jornada. “Le dedicaré una levantá, porque si ella estuviera viva le encantaría vernos en Madrid”, asegura.
El capataz del palio bromea diciendo: “Tendremos que irnos a la Palmera a entrenar en verano para acostumbrarnos a las grandes avenidas de la capital de España”. Además, resalta que van a contar con un handicap importante, “el calor”, ya que en Agosto las temperaturas son demasiado elevadas para hacer esfuerzos tan grandes. “En Madrid hace casi el mismo calor que aquí, menos mal que salimos por la mañana temprano, con la fresquita, como se dice por aquí”. José destaca que “de las doce hermandades que participan, nosotros seremos los que más cerca estemos del Papa. Además, nos gustaría lucirnos, si podemos, y estar a la altura de las circunstancias”.