Deportes

La cara y la cruz de la reacción del Betis

El equipo de Mel recupera una virtud esencial, la estrategia, y también el apoyo de la grada, aunque Rafael Gordillo discrepa con la actitud de la afición cuando el partido iba 0-0.

el 28 feb 2011 / 21:04 h.

El Betis ha puesto el punto y aparte a su crisis, a la que confía en colocar el punto y final a lo largo de los próximos partidos, y tanto la plantilla como la afición disfrutaron al fin de una resaca tranquila e incluso alegre. La victoria ante el Albacete no significa que el Betis poderoso de la primera vuelta haya regresado, pero sí deja más lecturas positivas que negativas por primera vez en muchas semanas. Desde el punto de vista futbolístico, a la espera de tardes mejores, el 2-0 dominical sirvió para que el equipo de Pepe Mel se reencontrase con una virtud que explotó al máximo durante las diez primeras jornadas y que parecía olvidada: la estrategia. Desde el punto de vista extradeportivo, el triunfo permitió confirmar el respaldo masivo del beticismo a un entrenador del que casi nadie dudaba pero cuyo puesto podía temblar por mor de tantas derrotas consecutivas. Lo curioso del caso es que al presidente del club, Rafael Gordillo, no le convenció del todo la actitud de la grada para con los futbolistas, al menos cuando el resultado aún no era favorable.

Si las palabras de Gordillo son llamativas, también lo es el rendimiento que el Betis vuelve a conseguir de las jugadas a balón parado. Ante el Albacete, sin ir más lejos, volvieron a darle la victoria, cosa que no ocurría desde el lejanísimo 31 de octubre, en el 4-0 contra el Rayo (el 1-0 provino de una falta lanzada por Salva Sevilla). A aquellas alturas, el Betis había logrado la friolera de diez goles de estrategia en diez jornadas. Desde entonces sólo había hecho uno en quince encuentros, el 3-0 de Miki Roqué frente al Alcorcón.

El Betis hace bien en recuperar una de sus virtudes más evidentes. Gracias al juego a balón parado salió de su bache frente al Albacete y gracias a la estrategia ha sumado 15 de sus 49 puntos, que no es poca cosa: dos puntos ante el Granada, dos en Huelva, uno contra el Valladolid, uno en Las Palmas, los tres del Girona, dos en Salamanca, dos ante el Rayo y los dos del pasado domingo. Como dice Mel, un alto porcentaje de los goles que se marcan en Segunda tiene su origen en jugadas ensayadas y el Betis se ha pasado demasiado tiempo sin explotarlas.

GORDILLO Y LA AFICIÓN. Dos saques de esquina, uno rematado por Roversio previo paso por la cabeza de Jorge Molina y otro remachado por el alcoyano, devolvieron la sonrisa al Betis y al beticismo. Sinceramente se han visto tardes de peor ambiente y más crispación en Heliópolis, pero resulta que en el palco no agradaron ciertas muestras de impaciencia por parte de la grada. Así lo confesó ayer el presidente Gordillo después de recibir la medalla de oro de Espartinas por su labor en las escuelas deportivas de la localidad junto al también exjugador bético Juan García Soriano durante nueve años: "Ya dije que si había que pitar que lo hicieran, pero al principio o al final del partido. Con el 0-0, a los quince o veinte minutos, la gente empezó a molestarse. Aunque conozco a la afición del Betis y sé cómo es, esa actitud no me gusta porque todavía íbamos 0-0 y son momentos en los que todos debemos estar unidos. Si a los quince minutos pitamos a los jugadores porque estén fallando, eso es malo para todos. Espero que la afición sepa reaccionar y estemos todos a tope con el equipo". El presidente, por lo demás, admitió su alivio: "Si nos miras a todos en el último partido, teníamos la cara blanca, como todo el beticismo. Si se hubiera empatado o perdido, habría preocupación por todos lados y la afición empezaría a pitar y a chillar, tanto al equipo como al entrenador y a la directiva", señaló.

  • 1