La caravana de la ilusión de Sanlúcar la Mayor

Los Reyes Magos esquivaron las lluvias, pero no el aluvión de turistas venidos de todo el Aljarafe y la capital. Hubo atascos para ver la cabalgata más tempranera de la provincia.

el 04 ene 2011 / 19:52 h.

Las peñas sevillista y bética participaron juntos en una carroza.

La Estrella de la Ilusión guió a centenares de padres de la provincia a... un atasco. El temor a que sus hijos se quedaran sin ver a sus majestades de Oriente por la amenaza de lluvia de este miércoles empujó a las familias a Sanlúcar la Mayor, el único pueblo, junto a Olivares, que pactó con Melchor, Gaspar y Baltasar que vinieran un día antes de lo previsto. Lo que no sabían los padres es que se tendrían que armar de paciencia con los cuatro kilómetros de atascos -dos en la A-49 y dos más a la entrada del municipio- que sufrieron para que sus hijos sólo vieran una lluvia de caramelos chocolatinas y hasta estuches, balones y dados de peluche.

Sanlúcar la Mayor se llenó de guiris y de eso dio buena fe un policía local con el que se paraban todos los coches. "¿Dónde sale la cabalgata?", le preguntaban cada dos por tres los despistados conductores. Y él indicaba de corrillo el camino al barrio de Las Majarocas, desde donde partieron las 11 carrozas. Hasta allí se desplazaron los intrépidos turistas, vecinos del Aljarafe y Sevilla, como Antonio Sánchez y Olga Rodríguez, una pareja del barrio de El Cerro del Águila. "Como dan lluvia y frío, optamos por venir y que Natalia disfrutara", relata el padre, mientras su niña, de 2 años, no hacía otra cosa que buscarle la mano y señalar hacia donde se sentían los sones de la banda. "Con la música ya no se asusta como hace un año", añade la madre.

Todos tenían idéntico propósito: asegurarse que sus niños no se perdieran una cabalgata, sea en Sanlúcar la Mayor u Olivares. Y si pilla cerca, pues hay menos dudas. Como para Sebas Pérez y Feli Alba, de Bollullos de la Mitación, con su hijo Adrián que, a sus 3 años, "ya es mayorcito y conoce a los Reyes Magos a la perfección". Les cayó la primera oleada de chocolatinas y caramelos de una cabalgata que tenía de todo: sus beduinos correteando por las calles y carrozas de los Picapiedra, de indios y de Campanilla. Y eso iluminaba las caras de pequeños como Alejandra, que estaba allí por su padre, Alberto Rey, que vino con su familia desde Espartinas.

La banda tocaba desde el típico Paquito el chocolatero a una versión de Loca de Shakira. Todo para contentar a lugareños y turistas por igual. Pero lo que más llamaba la atención, más incluso que sus majestades, era la carroza del hermanamiento futbolístico. La peña bética Antonio Moguer y la sevillista San Eustaquio se unieron este día, aunque los que iban subidos a la carroza mantenían la rivalidad deportiva. "¿Eres del Sevilla o del Betis", preguntaba uno a un niño que admitió ser bético y obtuvo oportuna respuesta con guasa: "Pues ponte al otro lado, que te darán los de tu equipo". Y, así, entre bromas, se llegó a la plaza Virgen de los Reyes, que acogió un espectáculo de luz y sonido que puso el punto y final a la víspera de Reyes Magos más tempranera de toda la provincia.

OLIVARES TAMBIÉN SE LLENA

El cortejo real también adelantó un día su salida en Olivares. Y, como en el vecino Sanlúcar la Mayor, la decisión de adelantar el desfile ha provocado que haya sido la cabalgata con mayor afluencia de público de las que se recuerdan, algo que ha sido "todo un regalo" para los comerciantes y hosteleros de la localidad

En total, fueron ocho las carrozas que integraron el desfile. Un cortejo que este año no ha querido dejar pasar el triunfo de la Selección Española en el Mundial de Fútbol, para lo que contó con el autobús de la Roja. Al igual que rojo era el escudo de la carroza que encarnaba al superhéroe español de la exitosa serie de ficción Águila Roja. A ellas, se han sumado las tradicionales carrozas de la Estrella de la Ilusión, la carroza del Rey Melchor, la carroza del Hada, la del Rey Gaspar, así como, las carrozas de la Reina y del Rey Baltasar. Todas ellas fueron acompañadas por las tres charangas: Los Sones, Los Xuflas y El Pirata. Todas las carrozas repartieron en torno a seis toneladas de caramelos y unos 8.000 pequeños juguetes (principalmente balones y peluches) que hicieron las delicias de los más pequeños, la mayoría de ellos forasteros.


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