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La cárcel de Morón tendrá módulos más pequeños para ensayar programas

La nueva cárcel de Morón, que con 2.000 plazas servirá para duplicar el número de presos en la provincia de Sevilla, tendrá dos módulos subdividos con idea de ensayar programas de tratamiento para jóvenes, toxicómanos o casos de maltrato que, si funcionan, se ampliarían a módulos completos. El centro, que recibirá el nombre de Sevilla II, será inaugurado hoy. Foto: J.M.C.

el 15 sep 2009 / 08:33 h.

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La nueva cárcel de Morón, que con 2.000 plazas servirá para duplicar el número de presos en la provincia de Sevilla, tendrá dos módulos subdividos con idea de ensayar programas de tratamiento para jóvenes, toxicómanos o casos de maltrato que, si funcionan, se ampliarían a módulos completos.

El centro, que recibirá el nombre de Sevilla II, será inaugurado hoy por el Secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y su homóloga en Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo.

El centro, compuesto por 16 miniedificios, abre un nuevo modelo que se instaurará a partir de ahora, con celdas más amplias pensadas para dos reclusos, en vez de para uno como hasta este momento, acabando así con la idea de que las habitaciones dobles suponen la masificación de las cárceles.

El centro albergará sobre todo a reclusos sevillanos ahora presos en cárceles de Córdoba, Huelva y Jaén, lo que liberará plazas en esas prisiones para que regresen internos andaluces desplazados fuera de la región.

La prisión contará con módulos de 36 habitaciones donde vivirán 72 reclusos, la mitad de los habituales, ya que un módulo normal tiene 72 celdas para 144 presos. Estos espacios más restringidos servirán para iniciar programas de tratamiento experimentales con grupos de toxicómanos, agresores sexuales, maltratadores e incluso los llamados módulos de respeto, en los que se concede a los reclusos más libertad de la habitual a cambio de que cumplan a rajatabla normas de convivencia más estrictas que en el resto de la prisión, como la ausencia absoluta de drogas -controlada con análisis semanales- o de conflictos entre sus ocupantes, por mínimo que sean.

La idea es que si estos programas funcionan en módulos más manejables, luego se amplíen a módulos completos con el rodaje ya hecho. La prisión quiere incluir en estas áreas de prueba a grupos de jóvenes, con los que en los últimos años las prisiones están trabajando más intensamente porque es más fácil que la cárcel tenga un efecto de reinserción en internos primerizos que en los que arrastran un historial delictivo y se han acostumbrado en cierto modo al ritmo carcelario, según explicaron fuentes penitenciarias.

En total habrá 14 módulos de 72 celdas dobles -dos de ellos subdivididos en dos de 36 celdas dobles-, a los que se sumarán las 73 plazas del área de máxima seguridad destinada a presos del denominado Fichero de Internos de Especial Seguimiento, Fies. Son los clasificados en primer grado por su peligrosidad, que deben estar más vigilados y sí ocupan habitaciones individuales porque son conflictivos. También habrá celdas individuales en enfermería, tránsito e ingreso.

Cámaras y sensores . La cifra de celdas de máxima seguridad es muy superior de la que tenían hasta ahora las prisiones -el doble que en Huelva o Córdoba-, aunque no se sabe cuántas se ocuparán. En todo caso, el centro es en sí un recinto de extrema seguridad, ya que a los habituales muros, vigilados en este caso por la Policía Nacional, se unen cámaras, alarmas y hasta sensores de volumen y movimiento.

El resto de las celdas, en cambio, son algo más grandes pensando en que sean ocupadas por dos internos y puedan albergar dos camas, dos mesas de estudio y dos roperos, con cuarto de baño compartido. Los responsables de las prisiones, superada ya la etapa en la que la convivencia entre dos internos daba lugar a abusos de poder de uno sobre otro, explican que la seguridad que dan ahora sistemas como los interfonos permiten este uso compartido que palia "la soledad de la celda, que es muy dura".

Televisión . En las habitaciones habrá televisores, también por un motivo de seguridad: está estrictamente prohibido que los presos introduzcan sus propias teles, como tampoco móviles, porque se ha detectado que los primeros pueden ser manipulados para comunicarse con el exterior sin la supervisión de la cárcel. Del mismo modo, los presos siguen hablando con sus familiares a través de teléfonos fijos y no pueden tener móviles con ellos.

El centro tendrá servicios culturales, sanitarios, deportivos -entre otros, un polideportivo, piscina y pistas de pádel, frontón y fútbol- y talleres, que cubrirán todas las necesidades de los reclusos, reduciendo los traslados al exterior. Esto eliminará una de las quejas más frecuentes de la prisión de Sevilla, como es que las citas médicas se anulan porque a veces no hay policías disponibles para vigilar el trayecto del interno a un centro médico.

Las políticas de reinserción, alabadas por Gallizo en la inauguración a principios de mes del centro para presos de tercer grado en Sevilla, serán potenciadas en el nuevo recinto, que para ello contará con 620 trabajadores -más de 500 funcionarios y el resto contratados laborales-.

El centro ha supuesto una importante oportunidad de promoción para los funcionarios andaluces, y ha permitido formar una plantilla muy joven y con un elevado número de educadores -una veintena- que permitirán poner en marcha esas políticas de reinserción fomentadas en los últimos años por Instituciones Penitenciarias, alarmada ante la contradicción de que España sea uno de los países de nuestro entorno con tasas de delincuencia más bajas, y a la vez mayor cantidad de población reclusa.

El concurso para los traslados ya está resuelto, pero hasta septiembre no se adjudicarán las plazas, ya que se comenzará a funcionar con un módulo y se irán trasladando los presos a medida que lleguen también los trabajadores trasladados desde las cárceles más lejanas. Estará a pleno rendimiento en un año.

Puesta de largo . Junto a las autoridades del Gobierno que vendrán a la inauguración, el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, autoridades municipales y representantes del mundo de la judicatura y la Fiscalía de Sevilla asistirán hoy a su puesta de largo.

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