Cultura

La Caridad le hace justicia a Murillo

"Éste es un momento realmente emocionante, que repara una injusticia histórica, un desmán y un desvarío que nunca debió ocurrir". Así de exultante se mostró ayer el profesor Enrique Valdivieso, que presentó las copias de cuatro de los seis Murillos que decoraban la iglesia de la Caridad. Foto: J.M. Cabello.

el 15 sep 2009 / 17:49 h.

"Éste es un momento realmente emocionante, que repara una injusticia histórica, un desmán y un desvarío que nunca debió ocurrir". Así de exultante se mostró ayer el profesor Enrique Valdivieso, que presentó las copias de cuatro de los seis Murillos que decoraban la iglesia de la Caridad y que fueron robados durante la invasión napoleónica en Sevilla.

No cabía ayer un alfiler en la catedral del Barroco sevillano. 198 años después de que el Mariscal Soult irrumpiera en la ciudad dispuesto a aniquilar su patrimonio histórico-artístico en uno de los mayores expolios jamás sufrido en la capital hispalense, "este templo recobra su aspecto original". El catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla Enrique Valdivieso, como promotor de la gesta, fue el encargado ayer de glosar la historia de un robo cuyos cuadros, no recuperados y expuestos en algunos de los museos más importantes del globo, han sido copiados por tres retauradores del taller de Juan Luis Coto, y desde ayer lucen en su disposición original de la iglesia con los verdaderos Murillos.

Centenares de personas arremolinadas bajo las postrimerías de Valdés Leal daban fe de este "momento histórico", al decir de Valdieviso, por cuanto la colocación de las copias supone "volver a dar sentido al mensaje original del fundador de la Hermandad de la Caridad, Miguel de Mañara, que había quedado fragmentado desde el expolio".

De este modo, los laterales de "la iglesia barroca más bella de toda España" cuentan ya con la copia de los siguientes lienzos, encargados por Mañara a Murillo para representar las seis obras de caridad de obligado cumplimiento para los hermanos: La curación del paralítico, referente a la curación y atención a los enfermos y cuyo original se encuentra actualmente en la national Gallery de Londres; Abraham y los tres ángeles, representativo de la obra de misericordia Dar posada al peregrino, custodiado en el Museo Nacional de Otawa (Canadá). Según el restaurador Juan Luis Coto, la composición de esta pieza es "una de las más complejas", aunque su reconstrucción ha sido posible "por el excelente estado de conservación" en que lo mantiene la institución norteamericana.

El regreso del hijo pródigo ha sido otro de los cuadros restablecidos de este "saqueo bochornoso, de esta auténtica vergüenza", se indigna Valdivieso. Actualmente en la National Gallery de Washington, representa la obra de Vestir al desnudo.

Finalmente, el cuarto cuadro expoliado fue San Pedro liberado por el ángel (Visitar a los presos), cuyo original se encuentra expuesto en el Ermitage de San Petersburgo, mientras que la copia completa un discurso que "es lo que da coherencia a las pinturas". "Estos cuadros funcionaban a modo de mensaje espiritual. Se trata de un discurso moral completo", por lo que estos murillos "no significan nada por separado", argumentó el profesor sevillano.

Poco le importó esto al Mariscal Soult, militar francés que capitaneó la entrada en Sevilla de las tropas napoleónicas en 1810 y que sacó de la ciudad un total de 999 obras de arte después de un minucioso inventario realizado en el Real Alcázar, que le sirvió de almacenaje de las piezas. "Los cuadros correspondientes a Dar de beber al sediento y Dar de comer al hambriento no se los llevó porque sencillamente no le cabían, que si no también los hubiera robado", bromeó Valdivieso.

Los profesores de la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla Gustavo Domínguez y Fernando García, bajo la supervisión de Juan Luis Coto, han sido los encargados de la realización de las copias, que les han llevado más de un año de trabajo.

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