Se reúne la junta superior del Consejo para estudiar la solicitud de la hermandad del Sol de incorporarse al Sábado Santo. El presidente del Consejo analiza ésta y otras cuestiones de organización de una Semana Santa que, presumiblemente, tendrá 60 cofradías en la nómina y 512 sillas menos en Carrera Oficial.
-A su juicio, ¿cuenta la hermandad del Sol con todos los pronunciamientos para ser cofradía del Sábado Santo este año?
-Con la unánime conformidad y aceptación de la propuesta por parte de las hermandades del día se ha subido un escalón muy importante. Podemos decir que hay un terreno muy importante andado aunque, qué duda cabe, que tenemos que dar el sitio que se merece a la junta superior, al pleno de hermanos mayores y a la autoridad eclesiástica, que habrá de conceder la dispensa.
-A diferencia del Carmen y del Polígono, en esta ocasión primero se le ha buscado el hueco a la hermandad y luego se consultará al pleno. ¿Resulta así más práctico?
-Antes se fue de lo general a lo particular y ahora al revés. Primero hemos visto si esta hermandad era admitida en el seno del Sábado, lo que nos iba a quitar muchos problemas después en el camino. Hacerlo así, a lo mejor, genera menos situaciones conflictivas o traumáticas, aunque demostrado ha quedado que hacerlo al contrario también es viable.
-¿La del Sol es la última ampliación que admite la nómina?
-¿Y quién soy yo para ponerle verjas al campo? Hombre, hoy por hoy, y tal como están las cosas, el campo tiene los límites muy próximos... en esta época, en este momento y con estas circunstancias.
-¿Cómo está el expediente de la hermandad de La Misión, la siguiente en la cola?
-Es una gran hermandad. Lo único que lamento es que no pudiéramos estirar los días y los tiempos, pero qué duda cabe que estamos trabajando todos.
-¿Quizás para el próximo año?
-Con la que está cayendo hoy, ¿me vas a preguntar por si va a llover el año que viene?
-La Resurrección llevaba años esperando ingresar en el Sábado y había puesto muchas esperanzas en su gestión. ¿Tiene alguna palabra para sus hermanos?
-Palabras de afecto, respeto y cariño. A mi juicio, he hecho aquello que sin duda ellos también quieren, que no es sólo el bien de su hermandad sino el de toda la Semana Santa y de todas las hermandades. Eso es lo que en definitiva debe impulsarme, cualquier otra cosa podría ser nepotismo o amiguismo.
-¿El de La Resurrección, por tanto, es caso cerrado?
-Para nosotros ahora mismo sí. Para La Resurrección creo que también lo es. Las cosas son como son por algo y aquí no hay ni buenos ni malos, ni víctimas ni verdugos, sino que se ha buscado entre todos el bien de la Semana Santa.
-Al final sólo se suprimirán 512 sillas. ¿Quién se lo iba a decir en pleno verano?
-Sobre todo, después de aquel susto que nos llevamos en agosto cuando se hablaba de más de 6.000 sillas. En este asunto se ha impuesto finalmente el razonamiento, la lógica y el buen hacer y las buenas relaciones entre los gestores del Ayuntamiento a todos los niveles.
-¿Esta remodelación podría ser el comienzo de una reforma más profunda de la Carrera Oficial? ¿Hay ese temor?
-El objetivo del Consejo no sólo es ejecutar, sino también prever. Nuestra obligación es estar pendientes y tener previstas todas las opciones que se puedan manejar, las que utilizamos ahora mismo y aquéllas que vayan viniendo. La de este año ha sido una experiencia no deseable para nadie, ni para la propia Corporación ni para el Consejo, que ha pasado por una situación realmente difícil durante estos meses. No me gustaría que el año que viene se repitiera una situación semejante a la de este año con un escenario de permanente incertidumbre.
-¿Usted también ha visto una mano negra dentro del Ayuntamiento en todo esto?
-No. Yo no lo creo, en absoluto. Tampoco mi contestación debería ser en otro sentido. Honradamente, no lo creo.
-¿En ese papel previsor del Consejo está la opción de trasladar el comienzo de la Carrera Oficial a la Magdalena?
-Ésa es una opción, junto a ésa hay otras. Lo que no podemos es decir esto es así y así debe morir porque esto es intocable.
-¿Qué han ganado y qué han perdido las cofradías con el relevo de pastor?
-No creo que sea un problema de ganar o perder. La Iglesia ha sustituido a un gran hombre por otro gran hombre. Asenjo ha demostrado hasta ahora una capacidad de cercanía y proximidad hacia los feligreses realmente importante.
-¿Le preocupa el excesivo intervencionismo de Palacio en casos como el del Dulce Nombre?
-Me preocupan las situaciones que pueden vivir las hermandades. ¿Llamamos intervencionismo a que en un determinado momento se trate de apagar un fuego que se puede llevar toda la cosecha por delante? ¿Es intervencionismo, cautela, precaución? Las hermandades somos Iglesia y a veces es necesario que el pastor esté en vigilia para velar por su rebaño.
-¿Le hubiese gustado ver al Cachorro en Madrid?
-El Cachorro es una imagen emblemática y se cuida con especial mimo. Ese tipo de grandes simulacros de Dios no puede someterse a ningún riesgo.
-¿Algún mensaje para las hermandades que aún no sacan nazarenas?
-Esas cofradías tienen tres hermanos mayores carismáticos y hacen en cada momento lo que consideran que es mejor para su hermandad. Ellos serán los que tengan la última palabra. Y cuidado, no encendamos más hogueras. No hay que quemar a más gente. Los mensajes han sido mandados; sus receptores sabrán lo que tienen que hacer.
