Contravienen la orden de San Bruno, fundador de los Cartujos en 1084, año en el que declara prohibida la entrada de mujeres a sus recintos monásticos -y así ha sido hasta 1998, cuando la Reina Sofía viola por primera vez una Cartuja con motivo de una exposición-. Y casi quebrantan también las normas no escritas del arte contemporáneo, regido por hombres, controlado y creado por artistas de un mismo sexo. Ellas -31_- son mujeres y exponen en La Cartuja de Sevilla, hoy sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), desde ayer. La primera de ellas, y que arrastra una segunda exposición colectiva, es la fotógrafa afroamericana Carrie Mae Weems, una brillante creadora sobre la que pesan varios de los estigmas contemporáneos más asfixiantes: es mujer, negra y se dedica al arte.
Más de cien fotografías, vídeos, instalaciones e impresiones digitales componen la muestra antológica -la mayor que se le dedica en Europa hasta la fecha- que repasa en el CAAC el conjunto de la trayectoria de esta fotógrafa que, empleando los más variados medios (performance, vídeo e instalación multimedia), analiza los mecanismos de construcción de la identidad cultural, la identidad de género y la de clase.
Gran parte de las imágenes de Mae Weems se centran en la comunidad afroamericana y en el papel que ésta ha desempeñado en la historia reciente de Norteamérica, desmontando estereotipos en torno a este colectivo desde la ironía o el sarcasmo, pero siempre resaltando la obligación ciudadana de tomar partido para hacer posible la transformación cultural. "Mi obra es específica, está anclada en el contexto norteamericano, pero puede abrir una pasarela para que el mundo que reflejo salga fuera de su nicho cultural original", dijo ayer la creadora.
Dicho y hecho. El CAAC acompaña el profundo trabajo sociológico de Weems con la exposición Nosotras, compuesta por obras de 30 mujeres artistas y creadoras que conforman un amplio abanico de generaciones, disciplinas y tendencias, "con el asunto de la identidad como un tema muy recurrente", aseguró ayer Luisa López, comisaria de esta exposición. Además, esta muestra tiene el extraño privilegio de ser la primera ocasión que un centro de arte español organiza una muestra con el 100% de artistas mujeres.
Así, con piezas todas procedentes de la colección permanente del CAAC, reúne a artistas de varias generaciones como Ángeles Agrela, Ana Laura Aláez, Pilar Albarracín, Louise Bourgeois, Salomé del Campo, María Cañas, Patricia Dauder, Carmela García, Dora García, Cristina García Rodero, Victoria Gil, Rebecca Horn, Cristina Iglesias, Carmen Laffón y Soledad Sevilla. La mayoría presenta obras enmarcadas en la performance, la fotografía y la instalación. "Se sienten más a gusto utilizando estos medios. La mujer comienza a reivindicar su puesto en el arte en los 70, que era la época de la abstración en la pintura, y ellas no encuentran su lugar ahí", explicó la comisaria.
