El hospital presidiario estatal de Atascadero, una población a más de 300 kilómetros al norte de Los Ángeles, en California, alberga a peligrosos pederastas que se han sometido a la castración química con tal de facilitar su reingreso en la sociedad.
El programa de La 2 "Documentos TV", emite esta noche el documental "La castración", que ofrece testimonios de al menos cinco de estos hombres convictos por reiteradas violaciones o abusos a menores.
Hace cinco año, las autoridades de Atascadero pusieron a disposición de estos reclusos la posibilidad de someterse a la castración química y fue precisamente el estado de California el pionero en implantar este tratamiento médico a base de inyecciones de inhibidores de la tetosterona en 1996.
Tanto pacientes como médicos coinciden en que los fármacos desactivan el apetito sexual voraz y convulsivo de este tipo de delincuente, pero sólo si siguen el tratamiento de forma permanente.
No obstante, los padres de los menores ultrajados y muchos expertos se oponen a que los pederastas vuelvan a la calle cuando estos pueden prescindir de los inhibidores en cualquier momento.
