Cultura

La Catedral vieja de Cádiz, eje del arte en el Barroco

La catedral vieja de Cádiz se abre al esplendor del barroco con la exposición La imagen reflejada. Andalucía, espejo de Europa, compuesta por más de 120 obras.

el 14 sep 2009 / 20:03 h.

La catedral vieja de Cádiz se abre al esplendor del barroco con la exposición La imagen reflejada. Andalucía, espejo de Europa, compuesta por más de 120 obras muy valiosas entre las que se exhibirá la Inmaculada de Murillo antes de que regrese a su lugar de origen, el Oratorio de San Felipe Neri.

Pinturas, esculturas, mobiliario y otros objetos singulares y muy valiosos que se enmarcan dentro del proyecto Andalucía Barroca y que se podrán ver en el interior de la iglesia de la Santa Cruz, la Catedral Vieja, a partir de hoy y hasta el 30 de enero del año que viene.

Con esta exposición, que ha inaugurado esta tarde la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Torres, se pretende poner en valor el tránsito de objetos históricos y obras de arte desde cualquier rincón de Europa hasta Andalucía durante los siglos XVII y XVIII.

La Consejería ha invertido 2.250.000 euros en la restauración de la Catedral Vieja, por lo que además de contemplar la belleza de los objetos, los visitantes podrán disfrutar de otro "valor añadido", como lo ha calificado Rosa Torres: el del propio espacio que las alberga.

La muestra, cuyos comisarios son Luis Martínez Montiel y Fernando Pérez Mulet, expone por primera vez pinturas, esculturas, mobiliario, armas y textiles cedidos por particulares y por instituciones civiles y religiosas -universidades, obispados, fundaciones, museos-, cuya generosidad la consejera agradeció públicamente. Entre las obras, figuran algunas tan singulares y valiosas como las pinturas de los italianos Lucca Giordano y Giuseppe Recco; una cuna veneciana de casi dos metros de largo y obras realizadas en coral, como un cáliz del Monasterio de San José de Sevilla.

Torres ha resaltado la espléndida Magdalena de Artemisa Gentileschi, hija del pintor toscano Orazio Gentileschi, que, al igual que La Roldana, representa uno de los escasos exponentes de mujeres artistas en esa época.

La exposición incorpora una Inmaculada de Murillo, que aunque no pertenece al discurso museográfico de la muestra, se ha querido exhibir tras su restauración por la Fundación Las Edades del Hombre aprovechando este acontecimiento y antes de que regrese al Oratorio de San Felipe Neri, lugar al que pertenece.

La exposición se divide en tres secciones: ¡Fácil sombra! ¡Breve sueño!, que agrupa piezas traídas del exterior que formaron parte de los ajuares en el ámbito cotidiano de la época; Speculum Orbis, que pretende mostrar cómo las instituciones también se sirvieron de estos singulares objetos como fórmula propagandística y, por último, Dime cómo en la tierra el cielo cabe, un conjunto de obras de arte procedentes de los principales centros de producción de Europa y que fueron clave para el Barroco andaluz.

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