Toca jugar al despiste. Caja Castilla-La Mancha asegura que estudiará cuantas alternativas distintas a la de Unicaja se presenten y pide respeto a la entidad ante las críticas a su gestión y las dudas respecto a su solvencia.
El presidente de Caja Castilla-La Mancha (CCM), Juan Pedro Hernández Moltó, aseguró ayer que la entidad estudiará cualquier alternativa que le permita "dar un paso" que la sitúe "en el futuro" y planteó que hay muchas opciones "algunas conocidas, otras publicadas, otras por estudiar o conocer".
Hernández Moltó compareció ante los medios de comunicación para hacer una declaración institucional sin admitir preguntas al término de la reunión del consejo de administración de la entidad, reunido en Toledo durante tres horas y media y al que no asistieron dos de los cuatro consejeros propuestos por el PP.
El presidente de CCM, escoltado por los 12 consejeros asistentes, subrayó que la reunión había tenido sólo carácter informativo, lanzó un mensaje de tranquilidad a los impositores y a los ahorradores de la caja y mostró su "malestar por una brutal campaña contra la imagen de CCM" que dura ya más de un año.
También exigió "respeto" para una institución "que está haciendo su trabajo" y que tiene una implicación y un compromiso con un territorio, un nivel de responsabilidad sobre más de un millón de clientes y 3.000 empleados.
Pero en el transcurso del consejo el tema Unicaja no salió siquiera a relucir, y Moltó, según los consejeros, se limitó a hablar de la "buena solvencia" de la CCM.
La reunión del consejo se celebró después de que los presidentes de Castilla-La Mancha y Andalucía, José María Barreda y Manuel Chaves, respectivamente, dieran su visto bueno públicamente a la absorción de la entidad conquense por la malagueña, y que contaría también con el visto bueno del Banco de España.
Cajasol. Mientras, fuentes de la sevillana Cajasol insistieron ayer que esta entidad no está dispuesta a comenzar una negociación a tres bandas, en referencia a la fusión con Unicaja, que en principio estaba previsto que arrancara el próximo mes de mayo, coincidiendo con el cierre definitivo de la unión de El Monte y San Fernando.
Las fuentes explicaron que si ya de por sí ha sido complicado el proceso por el que estas dos últimas han gestado Cajasol, y que ha durado dos años, más difícil sería si cabe una fusión a tres. E incidieron, asimismo, en que Caja Castilla-La Mancha dispone de unas estructuras más obsoletas, en especial en lo que a las tecnologías se refiere.
Pese a que Chaves había indicado que la operación manchega no obstaculizará la creación de la gran caja andaluza, fuentes de la Junta de Andalucía admiten que los plazos se dilatarán en el tiempo, y que lo prioritario es avanzar en la absorción de la CCM.
No es descartable, indican otras fuentes, que si al final se opta por la caja manchega, a lo largo de este año se firme un protocolo de intenciones entre las cajas sevillana y malagueña, aunque sin establecer plazo alguno.
Mientras, y aunque oficialmente no hay pronunciamiento, Unicaja -y la Consejería de Economía- aguardan a que el Banco de España determine cuál es el estado real de las cuentas de la CCM -hay que tener presente que sobre ella también pende la dificultad financiera que atraviesa otro gran grupo inmobiliario español- y qué ayudas públicas, vía Fondo de Garantía de Depósitos, se arbitrarían para la operación.
Reacciones. Por su parte, el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha consideró que la posible fusión "es una excelente oportunidad", que beneficiará a los ahorradores y, por consiguiente, los clientes "no deben tener ningún motivo de preocupación". Desde el Ministerio de Economía, David Vegara no quiso pronunciarse. "Muchas noticias" apuntan a que esta unión tendrá lugar finalmente, se limitó a decir.
