La Comisión Europea (CE) cedió ayer a las presiones de los países comunitarios y de los ganaderos del lácteo y aceptó aumentar en 280 millones de euros las ayudas al sector en 2010, lo que para España puede suponer una dotación adicional de 12 millones de euros.
No en vano, miles de ganaderos europeos -entre 1.500 y 2.000 según la Policía y 5.000 para los organizadores- se concentraron ante el edificio del Consejo de la UE para reclamar medidas urgentes que les garanticen unos precios dignos para la leche.
En concreto, esos 280 millones se traducirían en "menos de mil euros por ganadero", según calculó la comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel.
Tras el anuncio, corresponderá a los ministros de Economía y Finanzas de la UE decidir sobre esa subida, en una reunión que se celebrará la tercera semana de noviembre. Además, hará falta que el Parlamento Europeo dé el visto bueno a los Presupuestos.
En el caso de que la medida se haga realidad, el dinero se repartirá en base a la producción de cada uno de los países de la UE, con lo que a España le corresponderá un 4,26%, es decir, 11,9 millones de euros más.
La distribución se efectuará teniendo en cuenta los datos de la campaña 2008-2009, en la cual España produjo 5,9 millones de toneladas de leche y no llegó a su cuota (6,1 millones de toneladas).
En la actualidad, las ayudas que llegan a los productores españoles de leche rondan los 250 millones de euros -entre subvenciones europeas y nacionales- pero a este montante habría que unir 91,5 millones otorgados por la crisis, según datos del Ministerio de medio Ambiente, Medio Rural y Marino.
Fischer Boel remarcó, en cualquier caso, que con este incremento en las ayudas se ha llegado al límite dentro del dinero disponible en el presupuesto agrícola de la UE y que no va a haber margen para que el año que viene los países puedan pedir gastos extraordinarios de cualquier tipo en el ámbito agrícola.
Por otra parte, los ministros respaldaron las dos últimas propuestas formales de la CE en favor del sector lácteo, una de las cuales supone activar una "cláusula de emergencia" para que haya actuaciones rápidas en la UE si se repite una crisis del mercado.
La segunda implica un cambio en el sistema del cálculo de cuotas, por el cual un país puede propiciar que la producción de leche que "recompra" sirva para aumentar las multas, si se superan los cupos, y destinar el dinero obtenido a planes de reconversión.
Ambas medidas serán aprobadas el próximo mes en el Consejo de Agricultura, una vez que pasen por el Parlamento Europeo.
