Economía

La CE investiga si las alianzas de aerolíneas vulneran la competencia

La Comisión Europea (CE) investiga los acuerdos de algunas de las aerolíneas que son miembros de las alianzas Oneworld (entre las que se incluye Iberia) y Star Alliance, para gestionar sus rutas trasatlánticas, ante la sospecha de que tengan un efecto negativo y limiten la competencia.

el 16 sep 2009 / 01:37 h.

La Comisión Europea (CE) investiga los acuerdos de algunas de las aerolíneas que son miembros de las alianzas Oneworld (entre las que se incluye Iberia) y Star Alliance, para gestionar sus rutas trasatlánticas, ante la sospecha de que tengan un efecto negativo y limiten la competencia.

En concreto, el Ejecutivo de la UE va a evaluar el proyecto de cooperación anunciado el pasado agosto y planteado por la compañía aérea española Iberia, British Airways y American Airlines, que forman parte de Oneworld, para los trayectos entre Europa y América del Norte.

En el caso de la unión Star Alliance, Bruselas examinará los acuerdos ya en vigor de Lufthansa con Air Canada, por un lado, y United Airlines, por otro, así como los planes para establecer un pacto más amplio que incluya a estas tres empresas y a Continental.

Las dudas de la CE se deben a que el nivel de cooperación entre las compañías investigadas "parece mucho más amplio que el habitual dentro de Star Alliance y Oneworld", sobre todo porque prevé el reparto de los ingresos derivados de las citadas rutas trasatlánticas.

En los dos casos "creemos que puede haber una vulneración de la normativa antimonopolio, dado el elevado grado de cooperación", señaló ayer en rueda de prensa el portavoz comunitario de Competencia, Jonathan Todd, aunque admitió que aún "no tenemos pruebas concluyentes".

El Ejecutivo comunitario recalcó que no están en contra de las alianzas entre aerolíneas per se, pero subrayó que es necesario aclarar si este tipo de acuerdos, en un sector que ha sido realmente liberalizado, no conlleva en la práctica una limitación de la competencia, y cumplen con las normas comunitarias, que prohíben las prácticas comerciales restrictivas.

Bruselas pretende así comprobar si el pacto empresarial puede limitar la competencia en alguna ruta y, en caso afirmativo, tendrá que determinar si el efecto perjudicial se ve compensado por los beneficios obtenidos por los consumidores. Cuando existe este tipo de cooperación, la Comisión debe verificar que los usuarios no resulten perjudicados, resaltó.

El expediente, que se encuentra todavía en una fase muy preliminar, puede terminar con la exigencia a las partes de modificar las condiciones del acuerdo o su prohibición e, incluso, con la imposición de multas de hasta el 10% de la facturación de las compañías infractoras, según aclaró Todd.

Los funcionarios de la Comisión se centrarán ahora en evaluar el alcance de los acuerdos, que prevén la prestación conjunta de servicios comerciales, de mercadotecnia y de transporte en sus rutas transatlánticas, y especialmente, entre las que enlazan aeropuertos de la Unión Europea con otros de América del Norte.

En particular, Bruselas quiere examinar la decisión de las compañías de gestionar conjuntamente los horarios, la capacidad, los precios y los ingresos, así como la posibilidad de vender billetes para las diferentes aerolíneas de manera indistinta para esas rutas.

La Comisión Europea recalcó que la apertura del procedimiento formal de investigación no prejuzga la culpabilidad de las compañías, que podrán remitir toda la información que deseen para demostrar que las prácticas en cuestión respetan las normas vigentes.

Como en todas las investigación antimonopolio, Bruselas no ha fijado ningún plazo para la finalización de este proceso y precisó que su duración dependerá de varios factores como la complejidad de cada caso, el nivel de colaboración que presten las distintas compañías aéreas y su presentación de argumentos.

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