A última hora del miércoles, un comunicado del Ministerio de Trabajo informaba de la cancelación de la reunión del diálogo social prevista para ayer. Accedía así a la petición de la patronal CEOE, dispuesta a no sentarse a negociar hasta que se concreten los detalles de cuánto se rebajarán las cotizaciones sociales.
El Ministerio que dirige Corbacho canceló la cita prevista para ayer a instancias de la patronal. "En este contexto y con la voluntad de avanzar lo más posible en la delimitación de los asuntos objeto del acuerdo" se aplaza el encuentro, rezaba el comunicado enviado a última hora del miércoles.
El secretario general de la CEOE, José María Lacasa, explicó que habían pedido el aplazamiento porque el Gobierno no había concretado en qué cantidad piensa rebajar las cotizaciones de los empresarios a la Seguridad Social.
Según afirmó, el Ejecutivo se había comprometido con ellos a enviarles hoy un documento con números y no como el del pasado día 13, en el que se decía que quedaban "pendientes" de la negociación.
Sin embargo, Corbacho no confirmó ese punto e indicó que "no hay fecha concreta sobre si será mañana o la semana que viene". "Lo que es evidente es que el lunes entraremos en materias concretas", ya que el diálogo social "no puede estar abierto toda la legislatura". Al respecto, se mostró convencido de que la próxima semana el diálogo social va ir "en la dirección de llegar a un acuerdo".
Por ello, restó importancia al aplazamiento y pidió que "no se saque de contexto", ya que así las partes "podemos tener un poco de margen" para seguir avanzando. Según dijo, el Gobierno está trabajando con Hacienda sobre las disponibilidades presupuestarias y de la Seguridad Social para cerrar sus nuevas propuestas. No obstante, precisó que "no debemos trabajar con prisas" ni con el objetivo de cerrar el acuerdo en "48 horas".
La vicepresidenta económica, Elena Salgado, evitó dar fechas, cuando hasta ahora se había decantado por que el pacto estuviera cerrado en julio.
El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, también rechazó la fijación de plazos, así como "líneas rojas" sobre temas que no se deban tratar, puesto que "entorpecen" la negociación.
Por otra parte, Corbacho descartó firmar sólo con CCOO y UGT, "esa hipótesis, de momento, el Gobierno no la contempla".
Desde CCOO y UGT, sus secretarios generales, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, expresaron su temor a que la CEOE haya retrasado la reunión para mover el "perímetro" de los temas que se están negociando.
Toxo advirtió de que cualquier aplazamiento "no es bueno", aunque mostró su esperanza en que el lunes pueda haber un avance "importante" e incluso "definitivo", sobre todo en materia de protección de los parados sin prestación.
Méndez afirmó que si el retraso en la negociación sirve para recuperar el tiempo perdido y concretar las posiciones, "incluso habremos avanzado". Y coincidió con Toxo en que los empresarios no deben aprovechar la situación para presentar asuntos aparcados, como el contrato con indemnización por despido de 20 días.
