Economía

La CEOE predice que la reforma no traerá empleo antes de otoño

Asegura que las plantillas no saldrán “por la puerta” aunque haya más causas para justificar ERE.

el 14 feb 2012 / 13:17 h.

Los representantes de los empresarios se han mostrado en los últimos días a favor de la reforma laboral aprobada por el Gobierno. Sin embargo, no creen que vaya a tener efecto inmediato a pesar de la necesidad de recuperación que tiene el mercado de trabajo español. El presidente de la CEOE, Juan Rosell, afirmó ayer que la reforma no creará empleo de la noche a la mañana y que sus resultados se comenzarán a ver a “medio plazo”. “No soy futurólogo, pero como mínimo no hasta después del verano”, precisó. En cualquier caso, desde la patronal restaron importancia a la preocupación de los trabajadores por el abaratamiento del despido. Así, el director del departamento de Relaciones Laborales de la CEOE, José de la Cavada, reconoció que aporta más causas para justificar los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), aunque apuntó que eso no significa que las plantillas vayan a salir “por la puerta”, ya que los expedientes deben ser negociados.

“Ni esta reforma ni ninguna otra va a crear empleo a corto plazo porque la situación de la economía española es muy compleja, le falta financiación como para poder crear empleo mañana. Tenemos un enfermo que está muy grave, al que se le tienen que hacer varias operaciones, una de ellas es la reforma laboral, otra es solucionar el tema de la financiación, y otra es modificar muchísimas de las leyes españolas”, apuntó Rosell.

El dirigente empresarial, en declaraciones a Antena 3, señaló que la reforma por sí sola no crea empleo y que para hacerlo se necesita “financiación y confianza”. “Hay que darle un tiempo mínimo para ver qué pasa”, subrayó Rosell. El presidente de CEOE cree que los sindicatos han reaccionado con tranquilidad a la reforma, sabe que “lo más probable” es que tenga una gran contestación en la calle y negó las acusaciones de CCOO y UGT de que esta ley esté escrita “con la pluma” de la patronal. “Yo llevo bolígrafo, nadie me ha dado ningún papel. Nosotros sólo hemos explicado lo que había que hacer, con el ejemplo de lo que hay en otros países”, aseguró.

En este sentido, Rosell añadió que no se ha hecho nada distinto a lo que hay ahora en Europa y puso como ejemplo a Alemania, donde el improcedente es de 15 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.

Sobre la posibilidad de que se recurra la reforma al Constitucional, Rosell lamentó que en España “se haya puesto de moda” el recurrir al TC cuando el partido que gobierna hace algo que no gusta. En este punto, cree que sería interesante que el Constitucional sentenciara sobre estas cosas con rapidez.

El jefe de la CEOE descartó que haya muchas grandes empresas que cumplan con el requisito de tener tres trimestres consecutivos de disminución de ventas o ingresos para poder despedir con 20 días por año trabajado y un año de salario.

A este respecto, De la Cavada matizó que, cuando se presente un ERE, este debe estar “íntimamente” relacionado con las causas y que, si no existe racionalidad, la decisión extintiva no evolucionará por la vía judicial.

“Por el hecho de que la facturación de una empresa haya caído un 2% tres trimestres consecutivos, un juez no va a aceptar una reducción masiva de la plantilla. Debe existir una proporción”, dijo.

Llamamiento. Mucho menos contentos están los sindicatos. Los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, explicaron ayer ante una asamblea de delegados de ambas centrales en Madrid que es preciso “un cambio en el estado de ánimo” de los trabajadores antes de convocar una huelga general contra la reforma laboral, y llamaron a convertir la calle “en un hervidero” en la manifestación que han convocado para el 19 de febrero, en lo que podría ser un ensayo de movilización general.

Así lo plantearon ambos sindicalistas en el primer acto conjunto de las centrales tras la aprobación de la reforma laboral, que tuvo lugar en una abarrotada sede madrileña de CCOO, en el que se escucharon los primeros gritos de las bases a favor de la huelga general. “Todo llegará”, les respondió Toxo. Este no ocultó que muchos trabajadores “desconfían” de los sindicatos y admitió que eso es algo que hay “contrarrestar”, por lo que pidió a los delegados que acudan a las empresas para explicar una reforma que, en su opinión, “cambiará radicalmente el panorama de las relaciones laborales”.

Por su lado, Méndez aseguró que antes de convocar una huelga general contra una reforma que, en su opinión, implanta “el despido único”, “hay que saber cuál es el estado de ánimo de la población”.

 

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