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La cercanía del trabajo al colegio ya no garantiza la plaza escolar

Los puntos por familia monoparental sólo beneficiarán a viudas y madres en solitario, quedando excluidas las parejas divorciadas que compartan la patria potestad del hijo.

el 22 feb 2011 / 21:08 h.

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Alumnos de un colegio de Sevilla esperan en fila para entrar en clase.
El Consejo de Gobierno aprobó ayer el nuevo decreto de escolarización, que entra en vigor en marzo, y que desplaza a un segundo plano el criterio de domicilio laboral para lograr plaza en un colegio. El nuevo baremo que regula los criterios para acceder a la escuela concede 16 puntos a quienes tengan hermanos ya matriculados, 14 por domicilio familiar y 10 por domicilio laboral. El resto -nivel de renta, discapacidad y familia numerosa o monoparental- se mantiene igual.

 

La cercanía del domicilio familiar y del lugar de trabajo al colegio han tenido la misma puntuación desde 1987. En estos 24 años, facilitar que los padres pudieran matricular a sus hijos en la escuela más próxima a su oficina fue el modo más directo de primar la conciliación de la vida familiar y laboral. Pero en la última década han proliferado políticas educativas más enfocadas a la conciliación: aulas matinales, comedores escolares y actitivades extraescolares... programas solapados al horario lectivo que permiten a las familias dejar a sus hijos en la escuela hasta 12 horas seguidas, mientras ellos trabajan. Esto explica, en parte, que el curso pasado sólo el 6% de los padres hiciera valer el domicilio laboral sobre el familiar.

El contexto social y la constante movilidad de las familias por razones profesionales también han propiciado este cambio. En una entrevista con este periódico, hace unos meses, el delegado provincial de Educación de Sevilla, Jaime Mougan, adelantó su intención de pedirle al consejero Francisco Álvarez de la Chica que restara puntos por domicilio laboral porque era un criterio que "distorsionaba" la escolarización. "Muchos niños se quedan fuera del colegio de su barrio en detrimento de gente que viene de fuera, sobre todo en Nervión y Centro. Los que vienen con domicilio laboral para trabajar en estas zonas tiene los mismos puntos que los del barrio, pero un nivel económico más bajo, así que puntúan por renta y se ponen por delante de los que niños que viven junto al colegio", decía Mougan.

Hermanastro. Al subir de puntuación el domicilio familiar para distinguirlo del laboral también ha sido necesario aumentar el peso de los hermanos en el centro (de 13 a 16 puntos), que sigue siendo el prioritario. Sin embargo, han reinterpretado el concepto para adaptarlo a "los nuevos tipos de familia", en los que un "un niño en acogimiento familiar y un hermanastro tendrían el mismo derecho a una plaza que un hermano biológico". Se considera hermanastros a dos hijos de la misma madre, pero de distinto padre (o viceversa). Y también a los que no compartan ni padre ni madre, o sea, que pertenezcan a relaciones anteriores.Otro de los criterios que ha sido modificado es el de familia monoparental. En la legislación estatal no está recogido este concepto como tal, por eso Educación lo ha redefinido según la casuística que ha ido encontrándose desde que equiparó familia monoparental con familia numerosa (2 puntos) hace cuatro años.

El nuevo decreto dice que la familia monoparental es aquella en la que "la patria potestad del hijo sea ejercida por una sola persona". En esta definición sólo entrarían las madres que deciden tener a sus hijos solas (por fecundación in vitro) y las viudas y viudos con un hijo. Quedan excluidas las parejas divorciadas o separadas que comparten la patria potestad del niño (hasta ahora algunos de ellos venían beneficiándose de este criterio).

La Junta intenta evitar el fraude de una pareja que se separa (sólo teóricamente) para lograr más puntos por familia monoparental. Esto podría despertar recelos entre el colectivo de divorciados que mantienen la patria potestad -es un derecho que difícilmente pierden los progenitores, si no es porque han cometido un delito grave (abusos de menores)- pero no son reconocidos como familia monoparental. Si sobre el padre (aunque tenga la patria potestad) pesa una orden de alejamiento, por ejemplo por malos tratos, la madre sí recibiría los puntos para su hijo.

A petición de Igualdad, se ha incluido en el criterio de discapacidad (hasta 2 puntos) los trastornos del desarrollo infantil. Educación sólo usa este baremo para desempatar entre alumnos cuando el colegio que elegido no tiene plazas para todos. Suele ocurrir en algunos centros concertados, aunque el 97% logra plaza en su primera elección.

Reserva para discapacitados e inmigrantes hasta septiembre
Los colegios públicos y concertados reservarán tres plazas por aula para inmigrantes, discapacitados y superdotados hasta el final del periodo de matriculación. La disponibilidad de esas plazas será pública hasta septiembre, después la ocuparán los tres primeros en la lista de espera.

Se crean comisiones para vigilar y corregir el reparto de plazas
Habrá comisiones de garantía en cada zona escolar y barrio, formada por técnicos, profesores y padres. Esto exige a los colegios de parte del papeleo. Sólo tendrán que registrar las solicitudes en el sistema informático de Educación (Seneca). Si el sistema discrepa, las comisiones decidirán y podrán corregir.

Una sola matrícula permitirá estudiar de Infantil a Bachillerato
Educación estrena un documento acreditativo que ofrece a las familias un trayecto educativo completo para su niño, de Infantil a Bachillerato. Las familias, voluntariamente, podrán elegir ahora en qué colegios e institutos estudiará su hijo desde los 3 a los 18 años en una escolarización única.

La Junta sustituirá al colegio en la baremación de los niños

"Para evitar casos en que los colegios eligen a las familias", Educación se ofrece a gestionar todos los datos de la administración pública que necesita una familia para matricular a su hijo. Así, la Junta, y no los colegios, baremará a los niños y gestionará las vacantes, impidiendo que el reparto sea arbitrario.

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