Economía

La cerrajería hace su agosto con la silicona

Algunas empresas hasta subcontrataron trabajadores por la avalancha de llamadas

el 29 sep 2010 / 18:27 h.

El cerrajero Jorge Picón arregla una cerradura bloqueada con silicona. - R.P.
"Ojalá todas las semanas hubiera una huelga", confesaba Jorge Picón, encargado de Cerrajería Osario. Al margen de cifras de seguimiento de la huelga general, ayer fue uno de los días más productivos para esta empresa. La jornada comenzaba con las tempranas luces del día. Primer aviso a las 6.30 horas de la mañana. Una sucursal de Caja Castilla-La Mancha en Dos Hermanas aparecía con su cerradura boicoteada con silicona. El trabajo sólo acaba de empezar.

 

Comercios del centro como la tienda de ropa H&M o la de los internacionales Victorio y Lucchino también amanecieron con sus cerraduras manipuladas. "En Sierpes se han cebado", decía otro técnico de Cerrajería El Sereno.

Los principales materiales que se pueden usar para estropear una cerradura son varios. Desde silicona, a pegamento extra fuerte o sólo con palillos se puede hacer que un comercio permanezca cerrado toda la mañana, desembolsando de paso unos euros por el arreglo de estos cerrajeros 24 horas.

El precio medio por este tipo de servicios urgentes oscila entre 140 y 200 euros. Para estos profesionales, días conflictivos como los de ayer suponen un aumento considerable de sus ingresos.

En Cerrajería Osario, Jorge trabaja con tres técnicos pero ayer él también salió a la calle para realizar servicios. Él y Juan José, uno de sus técnicos, descansan para comer, pero en cuestión de 40 minutos dos servicios les requieren de manera urgente. Otra sucursal bancaria les solicita, esta vez en Amador de los Ríos. Ya es la quinta entidad financiera a la que tienen que acudir a cambiar el cerrojo. "Esto no es habitual", asevera Jorge Picón. El trabajo es limpio y sencillo, puesto que las trabajadoras de la entidad consiguieron retirar gran parte de la silicona, que estaba aún fresca cuando llegaron.

También hay trucos para evitar este tipo de alteraciones en las cerraduras en días como el de ayer. "Si pones vaselina, todo el que pasa se cree que ya han puesto silicona en la cerradura y pasan de largo", explicaba el técnico de la cerrajería a una de las trabajadoras de la sucursal.

A primera hora de la mañana, tiempo de apertura de negocios y locales, los teléfonos de muchos cerrajeros de la ciudad ya echaban humo, incluso algunos se vieron desbordados, como Jorge, que recurrió "a trabajadores subcontratados para dar abasto".

Y los teléfonos siguen sonando: "Hemos tenido el doble de llamadas que en un día y se irán repitiendo durante la tarde, para los comercios que abran a esas horas", añade Jorge Picón.

En otra empresa del sector, Cerrajeros Urgencia, notaron el aumento de la demanda, aunque "no de una forma exagerada", según palabras de un trabajador. En su centralita no sólo se recibieron llamadas de comercios sino también de entes públicos como el Colegio de Economistas o la Delegación de Cultura. De cinco llamadas en un día normal a 12 recogidas ayer.

Seguida o no, la huelga para los cerrajeros fue de oro.

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