La obra para la regeneración de la ribera del Alamillo a San Jerónimo lleva parada mes y medio y seguirá así hasta octubre. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Urbanismo y Parques y Jardines están redefiniendo el proyecto porque éste incluía "fallos", como la tala de más de mil árboles.
Tras un cúmulo de errores y descoordinación, el proyecto no estará listo a final de año, como se preveía, sino en mayo o junio de 2009. Cinco o seis meses después.
Así lo aseguró el director de la obra y técnico de la CHG, Benigno Bayán, quien explicó a este periódico que se está revisando el proyecto para corregir algunos puntos, eso sí, sin aumentar el presupuesto: 7,7 millones de euros. La razón principal, Parques y Jardines -área dirigida por Patricia Bueno- no quiere que se talen los cerca de 1.500 árboles previstos. Algo que había denunciado Ecologistas en Acción.
El proyecto incluía ampliar un 30% el parque de San Jerónimo, recuperar las márgenes del río y conectar la zona verde con la del Alamillo con una pasarela peatonal.
Ahora, la CHG intentará conservar el 85% de los árboles, según Bayán, quien admite que aniquilar estos ejemplares para luego plantar otros nuevos no era lo más adecuado. Así, en octubre se retomarán los trasplantes.
"Urbanismo (la Gerencia municipal) encargó y presentó a la Confederación el proyecto, pero creo que quizás Parques y Jardines no fue consultada. Desgraciadamente las obras están paradas, pero es lo menos malo porque había fallos en el proyecto. Lo vamos a mejorar", reconoció el responsable de la restauración ambiental, incluida en el convenio de colaboración entre la CHG y el Ayuntamiento.
Bayán aseguró que se están celebrando reuniones constantes en las que también participan los vecinos y ecologistas para definir, por fin, el proyecto. "A principios de octubre tendremos el nuevo a gusto de todos y con el mismo presupuesto", sentenció.
Cuando se contrataron las obras (encargadas a la UTE San Jerónimo: Copcisa y J. Campoamor) la CHG reestudió los planes y encontró actuaciones "que no eran lógicas", como la destrucción casi por completo del parque de San Jerónimo. "Decidimos por unanimidad, la Confederación, Urbanismo y Parques y Jardines, casi no tocarlo, así como variar la ubicación de la pasarela peatonal", argumentó Bayán. Ésta se desplazará para mejorar la entrada y salida de los vecinos de San Jerónimo. Además, "no se estudió la profundidad del lecho de la dársena y la pasarela metálica tenía las pilas cortas", advirtió.
Sobre la tala, Bayán indicó que se intentará eliminar sólo los árboles que estén enfermos cuando se quiten los muros de hormigón y se sustituyan por terraplenes con vegetación.
El pasado fin de semana, los vecinos de San Jerónimo denunciaron que el paseo del Alamillo lleva un mes y medio obstruido por placas de hormigón y hierros. En febrero empezaron los primeros movimientos y se valló todo el recinto, comenzando así el acondicionamiento ambiental de las riberas del Guadalquivir en el tramo entre el puente del Alamillo y la dársena, en San Jerónimo.
El parón en la obra ha dejado un paisaje desolador: placas de hormigón y armazones de hierro amontonados, escombros y tierra. "La zona está vallada y se prohíbe el paso, no podemos hacer nada para que la gente no entre", lamentó Bayán.