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La CHG ya desembalsa agua para bajar la salinidad del Guadalquivir

Los arroceros dieron la voz de alarma por la salinidad y ahora los expertos alertan de la contaminación del río. Según la CHG lo primero se solucionará en días porque se está desembalsando, pero la suciedad de las aguas, por ahora, no tiene arreglo ni causas.

el 15 sep 2009 / 05:57 h.

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Los arroceros dieron la voz de alarma por la salinidad y ahora los expertos alertan de la contaminación del río. Según la CHG lo primero se solucionará en días porque se está desembalsando, pero la suciedad de las aguas, por ahora, no tiene arreglo ni causas. Ex miembros del Patronato de Doñana pidieron ayer que intervenga la Fiscalía de Medio Ambiente.

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) aseguró ayer que el problema de la elevada salinidad en el Guadalquivir de la que han alertado los arroceros se solucionará este fin de semana con un desembalse de agua de 50.000 litros por segundo que empezó hace varios días desde la presa de Alcalá del Río. Sin embargo, las administraciones parecen no tener respuesta a los problemas de contaminación del río.

El secretario regional de UPA-A, Agustín Rodríguez, explicó que se trata de aumentar el caudal del río durante siete días, es decir, "un desembalse fuerte que desplace el tapón salino y salve el arroz". Tras siete días, se analizará "cómo se comporta el río".

Según precisó UPA-A, el problema de la salinidad es una constante a lo largo de los años, por lo que a largo plazo se necesita "un proyecto más ambicioso", subrayó Rodríguez.

La Federación de Arroceros de Sevilla anunció hace dos días movilizaciones y acciones judiciales contra la Jefatura de Costas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, y la Autoridad Portuaria de Sevilla, ante los "continuos dragados" en el río que provocan "una gran turbidez y una elevada salinidad". El Puerto, por su parte, asegura que no draga desde hace diez meses y que la obra de la esclusa se hace en seco. "No tenemos nada que ver", apuntó ayer el presidente del Puerto, Manuel Fernández, a esta redacción.

El Gobierno andaluz, por su parte, está investigando cuál es la causa que produce que las aguas del río estén turbias, para lo que está solicitando la ayuda de diversos ayuntamientos. La CHG le ha remitido datos técnicos e históricos. En dicho informe, la Confederación reconoce que existen "otras causas" (que se suman a los arrastres de los sólidos producidos por las lluvias y los desembalses) que explican el mal aspecto del agua, que persiste desde el pasado mes de noviembre. "No es normal" que se mantenga esa cantidad de sólidos de forma continua.

Eso mismo apunta el Club de Doñana, formado por ex miembros del Patronato de Doñana. El portavoz de ese grupo de expertos, Jesús Vozmediano, que participó ayer en la presentación del libro Hacia un urbanismo Sostenible.

Estrategias europeas y españolas para un medio ambiente sostenibles editado por el Instituto de Práctica Empresarial, aseguró que desde hace seis meses el Guadalquivir arrastra una enorme cantidad de sedimentos, un episodio contaminante "sin precedentes por su duración y su intensidad", dijo. A su juicio, la carga supera en "entre 20 y 30 veces los valores normales de turbidez en sedimentación, una cifra alarmantemente alta", lo que puede provocar "enormes daños" en las marismas del Parque Nacional de Doñana.

Ante la alarmante situación, el Club de Doñana exigió ayer la intervención de la Fiscalía de Medio Ambiente. Según Vozmediano, "el movimiento de las compuertas y todo lo que conlleva la obra de la nueva esclusa" ha hecho que se remuevan lodos de alta toxicidad depositados hace décadas en el lecho del río (muchos de ellos del vertido de Aznalcóllar). Por su parte, el fiscal de Medio Ambiente, Javier Rufino, comentó que sólo actuará cuando tenga "información oficial".

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