Anoche falleció en el Hospital de la Paz de Madrid María Luisa Estévez, la mujer de 31 años ingresada con quemaduras en el 72% de su cuerpo, lo que eleva a 154 el número provisional de víctimas de la catástrofe de Barajas, cuyos cadáveres siguen en pleno proceso de estudio e identificación. El cuerpo de un niño adoptado es uno de los que más dificultades están dando a los forenses, ya que no hay ADN con el que comparar los restos. Este solo ejemplo explica el estado en que quedan las víctimas mortales de las catástrofes aéreas e ilustra el hecho de que, pasados ya tres días desde la tragedia de Barajas, dos de cada tres cuerpos sigan en el limbo del anonimato.
La identificación de los cadáveres no sólo es un trámite imprescindible desde el punto de vista legal, moral y administrativo, sino también político, ya que su demora mantiene la noticia viva en los periódicos y a los familiares airados en Madrid, donde no hacen más que pedir explicaciones y responsabilidades. Tan importante es esto que ha salido a la palestra hasta un ministro, el de Interior, para poner calma a esta tensísima espera y prometer que casi todo se resolverá en cuestión de un par de días.
De hecho ayer, cuando se llevaban 53 cuerpos identificados, Alfredo Pérez Rubalcaba decía que "la mayoría" de los cadáveres serán reconocidos hoy. "Hay algunos supuestos que nos van a llevar más tiempo", advirtió el ministro, que no olvidó recordar que los análisis de ADN llevan un tiempo que nadie puede saltarse.
Parafraseando a su presidente, el ministro recordó que desde la Policía hasta los forenses pasando por la Guardia Civil "todo el mundo está volcado" en la tarea para que las familias y amistades de los muertos puedan darles por fin sepultura en sus respectivos pueblos y ciudades.
Pero la ceremonia colectiva del dolor no acabará con estos sepelios: en los hospitales de Madrid sigue habiendo 19 heridos que no sólo no terminan de mejorar, sino que en algunos casos empeoran. En el Ramón y Cajal, un hombre de 57 años pasaba ayer de grave a muy grave. El mismo estado en el que se hallan otras dos víctimas. Y otro hombre de 31 años, ha pasado de evolucionar favorablememente a que el Hospital Reina Sofía describa su situación como estable dentro de la gravedad.
El ministro Rubalcaba visitó ayer tarde a los heridos en Madrid mientras, en otros puntos de España, se celebraban o habían concluido las honras fúnebres de las primeras víctimas identificadas y retiradas de Ifema por sus seres queridos: el joven Javier Ayoze Falcón, en Teror (Gran Canaria); la azafata Raquel Pérez, en Sant Boi de Llobregat (Barcelona); la maestra de Infantil Mónica Diepa, en Gran Canaria... Además, ayer tarde fueron enterrados en Las Palmas los cuerpos del matrimonio formado por Manuel Mateo y Isabel Domínguez y su hijo Cristian. Habían ido a ver los monumentos de Madrid para celebrar las buenas notas del niño.
