El número de incineraciones en el cementerio de Sevilla sigue creciendo de forma imparable. De cada 100 sevillanos, 66 optan ya por dar reposo a sus restos mortales en las urnas cinerarias -lo último son las biodegradables- frente al 34% que prefiere el ataúd y el enterramiento tradicional.
Sevilla se sitúa, junto a Málaga, a la cabeza del ranking de ciudades españolas, y también europeas, con mayor tasa de incineraciones. En lo que va de año -datos actualizados hasta el 15 de octubre- ya se han realizado en el camposanto sevillano un total de 3.162 incineraciones, el 66% del total de 4.813 defunciones contabilizadas en Sevilla, lo que significa un incremento del 3% respecto a la tasa de cremaciones registrada en 2007, según datos del cementerio de San Fernando. Por contra, la cifra de inhumaciones en lo que va de año es de 1.651, un 34% de los servicios funerarios prestados.
Con estos datos, Sevilla se sitúa muy por encima de la media nacional en cuanto al porcentaje de cremaciones, que en 2007 fue del 23%, según los datos de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios.
Desde que en 1986 se pusieran en marcha los primeros hornos crematorios, las incineraciones en Sevilla se han multiplicado progresivamente hasta superar por primera vez en el año 2000 el porcentaje de inhumaciones. El primer año se incineraron 14 personas y hoy día, veintidós años después, la cifra anual al cierre del curso se estima que superará la barrera de las 4.000 cremaciones, según apunta el arquitecto jefe del cementerio de Sevilla, Antonio del Cerro.
Causas. La Unión de Consumidores de Sevilla justifica este auge de la incineración por su menor precio respecto al enterramiento tradicional en tumbas o nichos. "La diferencia de precio -apunta un informe de UCE- puede llegar hasta los 1.000 euros debido, principalmente, al menor coste del ataúd, puesto que se utilizan féretros de menor calidad, y al ahorro de la tumba o nicho para el almacenamiento de los restos".
El arquitectro jefe del cementerio de San Fernando añade otra clave del éxito de las incineraciones: "Se trata de una opción más higiénica que la del enterramiento tradicional, ya que evita a los familiares estar pendiente de los plazos de vencimiento del alquiler de la sepultura o el nicho. Además, las urnas cinerarias se depositan en columbarios con capacidad para familias enteras".
Antonio del Cerro subraya además otra tendencia creciente en las estadísticas del camposanto sevillano: "Cada vez son más los casos de cremación de los retos, como alternativa al osario, una vez vencido el plazo que dura el alquiler de la sepultura o el nicho", asegura.