Jorge Molina, Rubén Castro y Joel Campbell (Ramón Navarro / Marcamedia)
El Betis afronta el último cuarto de Liga diez partidos con los deberes de la salvación ya hechos y la posibilidad de meterse de nuevo en competición europea, lo que no consigue desde la temporada 2004/05, cuando se clasificó cuarto y además se proclamó campeón de la Copa del Rey. El club verdiblanco, a pesar de los vaivenes económicos derivados de su entrada en concurso de acreedores, está completando una notabilísima temporada en el plano deportivo, pues prácticamente desde que arrancó la Liga ha estado merodeando las plazas europeas desde la jornada 6ª en la que era 9º a dos puntos del cuarto nunca ha bajado de la octava plaza, muy lejos de la zona de descenso, de la que le separan 19 puntos cuando solo restan 30 por disputarse. En el club verdiblanco están sabiendo optimizar sus limitados recursos, explotándolos al máximo gracias a una buena gestión económica y deportiva, que es raro que suelan ir de la mano en este mundo del fútbol profesional.
Y eso que al arrancar la Liga eran muy pocos los que apostaban porque la escuadra verdiblanca fuera capaz, siquiera, de mejorar la 13ª plaza conseguida la campaña anterior, pues muchos consideraban que el plantel había perdido potencial con la marcha de Iriney, Jeff Montero o Roque Santa Cruz y que sus sustitutos no daban el nivel mínimo para un equipo con ciertas aspiraciones. La llegada de jugadores con poco cartel como Juan Carlos un suplente en el Zaragoza, donde solo fue titular la pasada campaña en ocho partidos o Joel Campbell, un semidesconocido joven valor costarricense que apenas fue titular en once partidos de la Ligue 1 con el Lorient, no dispararon precisamente el entusiasmo entre buena parte de la crítica y la hinchada, sobre todo después de que a última hora se frustrara la llegada de Roque Santa Cruz para reforzar una delantera en la que permanecen como baluartes Rubén Castro y Molina, los mismos que había en Seguna división.
Sin embargo tanto Juan Carlos como Campbell han ofrecido un excelente rendimiento como Pabón y han elevado las prestaciones de un Betis que, tras el ascenso, apuntaló su zaga prácticamente a coste cero con Amaya, Mario, Chica, Paulao, Perquis y Ángel también los fallidos Ustaritz y Tosic y en medio campo sigue viviendo del talento y la fuerza de Beñat, Cañas, Salva Sevilla o Nono, pues los fichajes deMatilla el año pasado, Rubén Pérez y Nosa no han respondido aún a las expectativas, aunque Mel parece confiar mucho en el nigeriano y el ex del Villarreal está completando una excelente temporada en el Murcia, donde juega cedido por el Betis y lleva anotados nada menos que 8 goles.
Desde la llegada de Stosic a la secretaría técnica el Betis traspasó a Emaná y con los 4,5 millones de euros ingresados se han financiado las cerca de veinte operaciones de fichajes realizadas en estos dos últimos años, en los que el club verdiblanco, con una inversión mínima, está cosechado unos resultados excelentes gracias a que ha habido mucho más aciertos que errores en la labor de la dirección deportiva y al fenomenal trabajo que está llevando a cabo Pepe Mel, que además está revalorizando a un buen puñado de jugadores de la cantera, otra de las claves de este Betis.
