Rubén Castro se está marcando la temporada más brillante de su amplia carrera y sabe a qué se debe. "Creo que es por lo a gusto que estoy en Sevilla y en el vestuario y por la confianza que tengo. La clave ha sido esa. Lo bueno es que el Betis se beneficia de ello", aseguró ayer el máximo goleador verdiblanco, un fichaje personal del propio Pepe Mel: "La confianza que me ha dado ha sido todo para mí. Nunca he estado dos años en el mismo sitio y él me lo ha permitido. Su confianza la estoy reflejando en el campo", reconoció.
El delantero canario ha convertido 14 goles, el favorito de los cuales es el segundo frente al Valencia, y su objetivo era terminar la Liga con uno más. "La meta eran los 15 goles y esperemos que sigamos aumentando, que es importante, aunque lo principal es que sigamos creciendo en la clasificación. Si lo hago, cumpliré y a ver si cambiamos la celebración de la cresta, aunque lo que funciona mejor no cambiarlo", bromeó. "Mi reto era estar en Primera. El Betis me ha dado esa oportunidad de jugar y hacer una buena temporada. Aquí tengo la confianza que necesitaba", reiteró.
Además de confianza, Rubén goza de la admiración del beticismo, que el domingo lo reivindicó para la selección: "Al principio no lo entendí, después ya lo escuché bien y me extrañó pero creo que la afición es muy agradecida", confesó el ariete. Pero el caso es que el grancanario también admitió que "siempre se mira" lo que hacen otros delanteros españoles: "Están a dos y a tres goles y vamos a ver qué pasa. Entre los delanteros estamos atentos a lo que hacen los otros", dijo.
