El dragado de profundización del Guadalquivir que plantea el Puerto tendrá que esperar por ahora. La comisión de Aguas del Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana aplazó ayer su dictamen sobre el proyecto para recuperar las márgenes hasta tener asesoramiento científico. Así que se pospone uno de los requisitos incluidos en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para llegar a cabo el dragado, La comisión aprobó pedir a científicos de la Estación Biológica de Doñana y a los investigadores de las universidades andaluzas y del CSIC, Miguel Ángel Losada y Javier Ruiz, que asesoren sobre el mismo, puesto que ellos fueron los responsables de la coordinaron del estudio Propuesta metodológica para diagnosticar y pronosticar las consecuencias de las actuaciones humanas en el estuario del Guadalquivir, un informe que debe tenerse en cuenta antes de acometer el dragado. La comisión del Consejo de Participación de Doñana se reunirá cuando los expertos tengan su análisis, informarán negativa o positivamente sobre el proyecto de las márgenes y después se elevará al pleno del Consejo para, finalmente, que la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio autorice o no el proyecto del Puerto. Ayer la propia consejería confirmó esta información y subrayó que no contaron con información suficiente para emitir una valoración, pese a la presentación del proyecto realizada por los responsables del Puerto. Desde la cartera de María Jesús Serrano se reitera que la Junta no autorizará la intervención si no se cumplen «estrictamente» los condicionantes de la DIA. Un planteamiento que supone que no se podría realizar el dragado sin terminar antes el proyecto de modernización del regadío del arroz que promueve la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), y que pasa por que los arroceros lleven a cabo esta labor a través del Canal del Bajo Guadalquivir, lo que supondría que este sector no se viera afectado por el dragado. Si éste se acomete antes, la alternativa serían las indemnizaciones. Los grupos conservacionistas WWF, Ecologistas en Acción o Seo BirdLife rechazaron un proyecto que tildaron de «inútil, costoso y puntual cuando el río necesita una actuación integral», mientras que algunos de los ayuntamientos miembros de la comisión y las organizaciones agrarias y sindicales mostraron «dudas», de ahí que acordasen solicitar más información. El coordinador de la Oficina Técnica de WWF en Doñana, Juan José Carmona, explicó a esta redacción que los ecologistas plantearon que instalar tubos de geotextil en la margen derecha de Doñana durante 22 kilómetros y replantar la zona para evitar los efectos del oleaje y la erosión tiene un coste excesivo que no se ha concretado. Tanto Carmona como Juan Romero, portavoz de Ecologistas en Acción, exigieron un plan integral para el estuario y sostuvieron que ninguno de los colectivos allí representados se mostró abiertamente a favor del proyecto de las márgenes o del dragado. Por su parte, la organización agraria UPA-A reiteró en una nota su oposición al dragado porque pone «en peligro el futuro» del cultivo del arroz, al no garantizar «la preservación del estuario ni de la agricultura de ambas márgenes del río». De sacar adelante este proyecto, el perjuicio para los arroceros de Isla Mayor, Puebla del Río, Aznalcázar y Coria sería «brutal» y «haría peligrar las más de 35.000 hectáreas cultivadas, con una producción media de 320.000 toneladas, así como los más de 5.000 puestos de trabajo directos e indirectos».
