El vicepresidente primero y portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, aseguró que el ejecutivo autonómico no puede intervenir en el conflicto de la última asamblea del Real Madrid, ya que se trata de una entidad privada.
Gónzález explicó que el propio consejero de Deportes, Alberto López-Viejo, comentó al equipo de Esperanza Aguirre la situación planteada y que lo que se está dirimiendo en el ámbito del Real Madrid "son cuestiones que afectan a una entidad privada" y es el club con los socios los que tienen que resolver sus problemas, y "si no, acudir a los tribunales de justicia".
"La Comunidad no tiene que entrar ni tiene capacidad para hacerlo en las relaciones de tipo privado", insistió González, que para ello hizo referencia a una sentencia publicada en julio de 2003 que aclaraba el papel del Gobierno regional en estas cuestiones. Dicha sentencia reza que las relaciones entre un club y el socio se regulan por el derecho privado y no corresponde a la Administración entrar en tales relaciones porque no están reguladas por el derecho administrativo.
"Si la Administración incide en el marco de tal relación variando la situación jurídica de la misma está ejerciendo una potestad para la que no tiene atribuida la competencia sustituyendo a los tribunales", continúa el escrito, por lo que, en conclusión, el Real Madrid es una entidad de naturaleza privada, "no está sometida al derecho administrativo en ninguna de las actuaciones, con lo cual la Administración carece de facultades en este caso concreto", recoge.
Entre las competencias de la Comunidad con el el club blanco, según la sentencia, están las relativas a la inscripción del club en el registro de entidades deportivas, el control de legalidad de estatutos, o el cumplimiento de los requisitos para su valida constitución. También es la responsable de las anotaciones registrales y de la tramitación de expedientes disciplinarios y deportivos.
explicaciones. Mariano Rodríguez Barutell, Nanín, quiso aportar su versión de los hechos apenas unas horas después de presentar su dimisión como colaborador de la junta directiva del Real Madrid a raíz del escándalo de la asamblea. "Siempre actué a instancias de Calderón", dijo.
Por otra parte, y después de que Calderón dijera que no podía convocar otra asamblea, los estatutos del club sí le dan poderes, ya que es el único que podría convocar una nueva extraordinaria en la que los socios puedan votar para anular lo decidido en la anterior, y en caso de vencer el sí, acto seguido volver a someter a votación los cinco puntos de la polémica asamblea del pasado 7 de diciembre.
