Austria, el país que ha hecho de la música un templo, que vio nacer a uno de los grandes genios de la música, celebró con música, cómo no, su Día Nacional en la Exposición Universal de Sevilla. En esta ocasión los acordes que sonaron en el escenario del Palenque no eran los del maestro de Salzburgo, sno los que viajeron desde el tirol austriaco para invadir con su tipismo el recinto de la Cartuja.