La concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera ha alcanzado una cifra récord a nivel mundial, 387 partes por millón (ppm) según las mediciones del Observatorio Loa Mauna, en Hawai. Esto significa un crecimiento de casi el 40% desde la revolución industrial y la cifra más alta de los últimos 650.000 años.
Los datos recogidos por el Departamento Oceánico y Atmosférico Nacional de Estados Unidos y que publica el diario The Guardian, también confirman que el CO2, principal gas de efecto invernadero, se está acumulando en la atmósfera más rápidamente de lo esperado.
El crecimiento medio anual para 2007 fue de 2,14 ppm (el cuarto de los seis últimos años en el que se registra un incremento superior a 2). Entre 1970 y 2000, la concentración aumentó a 1,5 ppm al año, pero desde 2000 crece de media 2,1 ppm.
Los investigadores consideran que este cambio podría indicar que la Tierra está perdiendo su capacidad natural para absorber millones de toneladas de CO2 al año. En este sentido, advierten de que si una mayor cantidad de CO2 permanece en la atmósfera, las emisiones tendrán que reducirse más de lo previsto para evitar niveles peligrosos del calentamiento global.
empeorando. El co-director del grupo sobre impactos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPPC), Martin Parry, ha afirmado que a pesar de todo lo que se ha hablado sobre esta problemática, la situación va a peor. "Los niveles de gases de efecto invernadero continúan aumentando en la atmósfera y la media de ese crecimiento se está acelerando. Ya estamos observando los impactos del cambio climático y su escala puede acelerarse mientras decidimos hacer algo".
En esta situación, Tailandia (el séptimo país asiático que más contamina con 4,2 toneladas de C02 liberadas per cápita) ha anunciado que aprobará cien proyectos para recortar, en cada uno, entre 10.000 y 200.000 toneladas de CO2 anuales, mediante la aplicación de proyectos defensores del medio ambiente.
El director de Agencia Tailandesa para el Cambio Climático, Sirithan Pairote-Boriboon, indicó que 30 de estos programas ya están en marcha y que el resto se iniciarán a lo largo de este año. "Los proyectos requieren la aprobación de Naciones Unidas para que las empresas puedan vender los créditos excedentes de CO2 a otras compañías o países extranjeros" tal y como prevé el protocolo de Kioto.
Además, el Gobierno tailandés anunció el pasado marzo un plan especial para que las principales compañías del país empiecen a reducir sus emisiones anuales de dióxido de carbono en un 15 ó 20%.
Entre tanto, Representantes de Trabajo del G8, concluyeron ayer su reunión en Japón con un llamamiento a la necesidad de un equilibrio "coherente" entre empleo, productividad y políticas defensoras del medio ambiente.
En un comunicado conjunto, los representantes del grupo de países indicaron que las políticas laborales deben tener en cuenta los sectores sociales más vulnerables y que la globalización puede provocar "disparidades y dificultades de ajuste en los mercados laborales".
La protección del medio ambiente desde los puestos de trabajo fue uno de los aspectos tratados en esta cumbre, organizada por la presidencia japonesa del G8, en la que Tokio quiere destacar la importancia de la lucha contra el calentamiento global.
En el comunicado se señala también, que todos los agentes laborales, incluidos los empleados, deben contribuir a esta lucha.
