Tienen prisa por sí mismos y porque se saben en el punto de mira. Los agentes de la Concertación Social celebran finalmente esta tarde, un día antes de lo previsto, la reunión al máximo nivel para cerrar el acuerdo, con el fin de que el texto quede listo a la espera simplemente del acto protocolario de la firma. Cuando empieza a desbloquearse el diálogo nacional, y tras semanas anunciando que sólo era cuestión de agendas, saben que el retraso es injustificable.
Los líderes de UGT y CCOO, la patronal y los consejeros de Economía, Empleo e Innovación se reúnen hoy para dar el visto bueno a lo que sus técnicos llevan meses negociando, un acuerdo que rija las políticas públicas de los próximos cuatro años y ayude a salir de la crisis.
El paquete anticrisis centrará parte de las casi 400 medidas del texto, donde según fuentes de le negociación la Junta reorientará el sistema de ayudas a empresas sustituyendo las subvenciones a fondo perdido por créditos reintegrables vinculados al impacto para el empleo de la actividad. La consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo, ya avanzó su intención de reorientar el sistema de ayudas a empresas. Ahora, ese cambio de modelo quedará fijado en la Concertación.
En los últimos días, mientras Junta y UGT daban por casi cerrado el acuerdo, CCOO aclaraba que quedaban flecos. El sindicato quiere incluir en el pacto la exigencia de someter las decisiones sobre política agraria a la Negociación Colectiva y concretar la incidencia en el empleo del modelo de economía sostenible.
El acuerdo tendrá seis ejes: empleo y capital humano; desarrollo empresarial; sociedad del conocimiento; desarrollo de sectores productivos; cohesión; y mecanismos de seguimiento.
