Centro desde la izquierda de Pavone y cabezazo a gol de Edu. La jugada está resultando salvadora para los intereses béticos y ayer los mismos protagonistas la volvieron a ejecutar a la perfección para librar al Betis de una derrota que le hubiera dejado de nuevo al filo mismo del abismo.
Los cuatro puntos de colchón que traía el Betis a Son Moix han menguado a dos después de los resultados de la jornada, que vuelven a apretar sobremanera la parte baja de la tabla. Tan apretada está cosa que un segundo gol del Betis ayer le hubiera valido para subir seis puestos en la clasificación y situarse décimo, pero... no hicieron los béticos para tanto y pueden darse con un canto en los dientes por el empate sumado, ya que si alguien estuvo ayer cerca de la victoria fue el Mallorca de Fernando Varela.
No fue buena la puesta en escena del Betis, que por momentos recordó al del caótico inicio de la pasada temporada, cuando ya perdía 2-0 a los dos minutos de partido. Y es que apenas se había cumplido el primero cuando una buena combinación entre Güiza y Arango permitió a Varela, totalmente solo, fusilar al meta Ricardo, aunque por fortuna para los béticos el obús del nazareno se marchó alto. Poco después fue Ibagaza el que probó fortuna con otro envenenado trallazo que se fue fuera tras tocar en Güiza... y es que los béticos habían salido con su habitual caraja, esa que les hace mostrarse como un equipo simplón y desconcentrado y que tantos disgustos le ha dado últimamente.
Chaparro repitió el mismo once que noqueó al Madrid la semana anterior, pero el meta local, Moyá, no tuvo noticias de ello. Ni un solo remate a puerta recibió en toda la primera parte, mientras que sus compañeros fueron capaces de crear media docena larga de ocasiones en la meta de Ricardo, en especial por mediación de Varela, que arrancaba desde la izquierda y se plantaba en el área con pasmosa facilidad para probar su excelente remate.
La segunda parte comenzó con otro susto monumental de los baleares: a los 20 segundos Borja Valero cabeceó alto, cuando estaba totalmente solo, un templado centro de Ibagaza, y aunque los béticos empezaron a dar señales de vida en ataque eran los locales quienes seguían percutiendo con mayor intensidad y acumulando méritos para estrenar el marcador. Lo pudo hacer Güiza (54') tras un rechace corto de Ricardo, pero su remate se fue arriba tras rozar el larguero. Y al final lo logró Fernando Varela, quien con más ahínco lo había buscado toda la tarde. Tras quebrar a Capi junto al vértice de la frontal soltó un zapatazo de los suyos que Ricardo sólo pudo ver en las mallas.
El 1-0 y los resultados de otros campos (ganaban Osasuna, Athletic, Deportivo y Valladolid) volvían a poner al Betis al borde del abismo -a un punto del descenso-, pero cuando peor pintaba la cosa volvió a surgir la conexión Pavone-Edu para anotar el empate con una jugada calcada a la de jorndas anteriores: centro del argentino desde la izquierda y cabezazo inapelable del brasileño, que lleva seis goles, todos de cabeza, en las siete últimas jornadas, y mantienen al equipo bético con vida en esta agónica luicha por eludir el descenso.
