Economía

La confianza empresarial sevillana se derrumba y cae en el pesimismo

Siempre los empresarios sevillanos se han mostrado más alegres que los españoles sobre la evolución económica y sus perspectivas de negocio, pero el último informe de la Cámara de Comercio revela que la confianza en el primer trimestre arrojó tasas negativas. Léase, de optimismo, nada. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 03:51 h.

Siempre los empresarios sevillanos se han mostrado más alegres que los españoles sobre la evolución económica y sus perspectivas de negocio, pero el último informe de la Cámara de Comercio revela que la confianza en el primer trimestre arrojó tasas negativas. Léase, de optimismo, nada.

Por primera vez desde que las Cámaras de Comercio analizan cómo evoluciona el optimismo -o en su defecto, el pesimismo- de las empresas, el resultado para las compañías de la provincia de Sevilla es negativo. ¿Lectura? Pues que de confianza, nada, estiman que la economía no va bien y, por tanto, sus perspectivas de generar negocio y empleo retroceden.

En efecto, así lo revela el Índice de Confianza Empresarial (ICE) de Sevilla, que elabora la institución cameral presidida por Francisco Herrero y cuyos datos computan al confeccionar el indicador para el conjunto del Estado. En concreto, de sus cifras se deduce que la confianza de las empresas de esta provincia, y debido a la desaceleración económica y la incertidumbre, ha caído en picado hasta el valor más bajo de toda la serie, iniciada en el año 2003.

De hecho, aflora para Sevilla un ICE negativo, siendo la primera vez que ocurre tal circunstancia, según indican los responsables del estudio. ¿Qué se analiza? Fundamentalmente, el negocio habido, las perspectivas, el empleo y la inversión. Y el muestreo se sustenta sobre unas cuatrocientas encuestas a empresas, de las que dos tercios son de la capital y su área metropolitana, siendo el tercio restante para las compañías de la provincia.

El retroceso de la confianza resulta de una disminución del indicador de situación de los negocios durante el primer trimestre de 2008, hasta alcanzar un valor negativo de -4,9 puntos. En cambio, las expectativas sí son positivas en 3,5 puntos. ¿A qué se atribuye la caída? Al comportamiento de la cifra de negocio (facturación, ventas) y del empleo, aunque éste en menor medida. El ICE, que varía entre -100 y +100, se calcula como la media de las series de situación y de expectativas.

Al responder a qué limita más la actividad, los empresarios sevillanos responden que la debilidad de la demanda -es decir, se consume menos-, y que supera a su media histórica. Después apelan a la mayor competencia, las dificultades para encontrar financiación -que se relaciona con el grifo del crédito por parte de la banca, que ahora no está tan abierto como antes- y la falta de tesorería (liquidez, dinero en caja para pagar).

La pérdida de confianza es generalizada en todos los sectores, si bien es la construcción la que muestra caídas más acusadas, pues sobre ella se cierne la mayor incertidumbre y a su pinchazo se atribuye el frenazo económico.

En comparación con los datos nacionales, el ICE de las empresas sevillanas es más positivo, aunque sigue la misma tendencia que el conjunto nacional.

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