Frente al desolador escenario que presenta en su conjunto la economía española, se alza una excepción que se ha visto reforzada en la actual coyuntura y que no es otra que la exportación.
Ante la completa atonía en la que está inmersa la construcción en España y la ausencia de atisbo alguno de reactivación, al sector no le queda más remedio que buscar refugio en el exterior y lanzar a sus empresas a la internacionalización para abrir nuevos mercados que palien, en cierta medida, la caída en picado de la demanda nacional.
Basten a modo de ejemplo el descenso en un 40% del negocio de la piedra natural o en un 90% de las ventanas en vivienda nueva en España. Por contra, las ventas al exterior avanzaron casi un 11% en el primero de los casos, detalló Manuel Sánchez, presidente de la patronal de piedra natural, si bien en el segundo, conformado en un 90% por micropymes, no cuenta con capacidad para soportar ese salto exterior, aunque tampoco se ha visto obligado gracias a los planes Renove puestos en marcha por las comunidades autónomas, precisó Pablo Martín, director de la patronal Asefave, orientada a las fachadas ligeras y ventanas.
En el caso de materiales de construcción, solo azulejos y pavimentos cerámicos han canalizado hacia afuera el negocio que no encontraban en casa. Rafael Fernández, presidente de Cepco, que aglutina a los fabricantes de materiales constructivos, apuntó que hasta que no se recupere el ritmo de 400.000 viviendas anuales –complicado por la restricción en las hipotecas y el stock de la banca– habrá que salir fuera a través de dos vías: con socios locales (joint venture) o a través de la compra de otras empresas.
Consciente de la problemática del sector, la institución ferial de Madrid, Ifema, ha optado por agrupar las tres grandes ferias que se desarrollaban de forma independiente –materiales de construcción (Construtec), ventanas y cerramiento acristalado (Veteco) y piedra natural (Piedra)– y concentrar la oferta para sumar fuerzas, imprimiéndole además una marcada vertiente internacional. El objetivo está claro. Hay que acercar potenciales compradores a las empresas españolas para que éstas abran nuevos mercados. Y con objeto de que resulte productivo y rentable a las compañías el esfuerzo de estar presentes en la feria, Ifema pondrá en marcha un programa de compradores internacionales, invitados por la organización en colaboración con el Instituto de Comercio Exterior (ICEX). Ya hay 600 confirmados, explicó el presidente del Comité Ejecutivo de Ifema, Luis Eduardo Cortés.
Atendiendo a los intereses de las patronales españolas, la presencia extranjera se concentra en tres áreas geográficas que, durante la feria, tendrán días especialmente dedicados a sus países. Así, el Norte de África y Oriente Medio (Marruecos, Argelia, Túnez, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Kuwait y Bahrein), los países de Europa del Este (Polonia, Eslovaquia, Croacia, Lituania y Rumanía) e Iberoamérica (Brasil, México, Chile, Venezuela y Panamá) concentran las expectativas en el exterior. La cita, denominada Semana Internacional de la Construcción, se desarrollará entre el 8 y 11 de mayo, y confía en contar con 480 empresas –ya hay 16 andaluzas confirmadas– y un espacio expositivo de 26.000 metros cuadrados en cinco pabellones.
El director de la primera edición, Raúl Calleja, remarcó que el encuentro se entiende como “una herramienta y oportunidad comercial” para cada empresa, pues además de las jornadas que analizarán cómo abordar los mercados potenciales, contarán con una agenda cerrada de citas con los visitantes foráneos que persigue la concreción en negocio de esos contactos.
