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Para ganar la guerra no basta un 'killer'

La anunciada guerra del Reyno de Navarra no llegó ni a la categoría de batalla, en especial en un primer asalto insulso en el que ambos contendientes se dejaron la intensidad y el ardor en la caseta.

el 26 may 2013 / 23:46 h.

Como si nos les fuera tanto en la lid, como si entregasen sus objetivos al arbitrio de voluntades ajenas, como si esperasen que otros solucionasen sus papeletas, como si en sus adentros fueran conscientes los unos de que el peligro de despeñarse a Segunda no iba a ser tal y los otros de que no merecen pasear por el continente siendo un forastero tan amable. Forastero que no forajido el Sevilla 2012/13. Una sola victoria como visitante en toda una campaña, ¡valiente desastre!. Cualquiera querría ser anfitrión de tan dócil huésped. Botía tuvo en sus inhábiles botas la única ocasión sevillista antes del ecuador, poco después del único córner. Poco bagaje. Llegado el descanso, todo apuntaba a armisticio, nada de guerras. Pero en estas que en medio del tedio apareció el ‘killer’, el que no entiende de condescendencias con el enemigo. A Negredo no le distraen los cantos de sirena ni escatima balas. Navas se la puso a tiro y el vallecano aniquiló con frialdad exquisita al meta navarro. Su gol, el número 21 del actual curso, le equiparaba con Roberto Soldado –el mismo que tenía por delante en el filial madridista allá por 2005– como máximo artillero nacional, pero poco tardó el valencianista en replicar para seguir mandando. Álvaro, al menos, superó los 20 goles que tenía como tope en el Sevilla (2010/11) y elevó a 27 su cifra total en este ejercicio, igualando la de entonces. Pero si Soldado tardó poco, menos lo hizo Osasuna, acaso castigando la escasa osadía de Emery con los cambios (lateral por lateral, central por central). A la genialidad de Negredo contestó el zapatazo del capitán rojillo, un ‘puñalazo’ a bocajarro que entró en el corazón sevillista para despertar fantasmas. Y por si fuera poco castigo, una innecesaria falta de Medel y una barrera que fue todo menos escollo puso en bandeja el respiro pamplonica, para más inri ejecutado por un cordobés formado en la cantera verdiblanca, que no blanquiverde. Cejudo puso la puntilla y el Sevilla cejó en su fútil empeño. Mejor hubiera sido caer en una guerra de las de antaño. ¿O no?

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