Aprovechó el madrileño este estreno de la liguilla de grupos para dar la titularidad, muchos minutos en consecuencia, a hombres recién salidos de lesiones, caso de Lorenzo Reyes y Dídac Vilà, a los que acompañó de varios elementos de muy escasa experiencia en lides europeas, novatos como Cedrick, Chuli y Vadillo, una batería atacante de talento a espuertas pero, lo dicho, carente de oficio, de mala leche para definir. Y no es que la alineación verdiblanca fuera tremendamente joven (24,7 años de media); de hecho, el once rival que planteó Rémi Garde estaba asimismo repleto de pipiolos (22 años el meta Lopes, el estiloso Grenier y el peligroso Lacazette; 21 el correcto Ferri y 19 el dotado Umtiti, compañero de Kondogbia en la sub 20 francesa) para una media (24,1) aún inferior. En lo tocante a revoluciones, ya se sabe, los franceses siempre van por delante. El Olympique Lyonnais, todo un coloso en la pasada década (siete títulos de la Ligue 1 de forma consecutiva entre 2002 y 2008, récord en la competición doméstica del país vecino; un par de conquistas de Copa, para cinco totales, y otros seis consecutivos del Trofeo de los Campeones, la Supercopa de allí), atraviesa una fase de renovación con decidida filosofía de cantera, esa que tanto pregonan los clubes hispalenses, si bien anoche sólo estaba Vadillo frente a seis galos: los cinco pipiolos antes mentados más el capitán Gonalons, lenfant terrible, si no que le pregunten al chico de Puerto Real, que se llevó algún que otro recuerdo suyo. El público, en cambio, se llevaría probablemente el recuerdo de un duelo un tanto anodino, con ocasiones claras pero más bien fruto de la ingenuidad de los zagueros y resueltas con igual inocencia, faceta en la que el dúo Cedrick-Chuli se llevó la palma. Un, en suma, juego de niños que bien pudiera a alguno retrotraer a aquel programa de Televisión Española de idéntico nombre en el que dos equipos concursaban tratando de averiguar palabras con las pistas dadas por los niños y en el que se premiaba el acierto con esos extraños seres llamados gallifantes. Betis y OL, desde luego, se llevaron anoche un buen puñado de ellos, pero goles...
