El Sevilla sumó un punto y logró retener el liderazgo del grupo gracias a un postrero gol de Vitolo que da oxígeno a Unai Emery, pero que no debe solapar una lectura crítica del juego desarrollado por los de Nervión en el estadio U Nisy. El conjunto sevillista comenzó el partido dominando claramente la posesión del balón y sin pasar apuros defensivos. Agazapado atrás, el Slovan defendía muy cerca de su área, a la espera de soltar algún zarpazo en un contragolpe. El equipo de Emery tenía el partido bien controlado, pero su dominio se revelaba infructuoso de cara a puerta. Tocaba, tocaba y tocaba sin crear ningún peligro. En el minuto 19, sin embargo, saltaban las alarmas cuando un acertado Rabusic, en una desaplicación defensiva del Sevilla, controlaba un balón dentro del área y cruzaba muy bien la pelota ante la salida de Javi Varas. Al Sevilla le costó reaccionar al gol checo. Hasta tres cuartos de campo seguía imponiendo su dominio, pero a partir de ahí los de Emery adolecían de movilidad y claridad de ideas. En la recta final de la primera parte, impulsado por un inmenso Perotti, el Sevilla embotelló en su área al conjunto checo, e incluso dispuso de alguna ocasión clara para igualar el tanteo, pero a pesar de su superioridad en el juego, el Sevilla se fue a la caseta por debajo en el marcador. Lejos de mejorar su juego en la segunda mitad, al Sevilla se le nublaron las ideas y le costó un mundo acercarse a la portería rival. Más animado en el ataque, los contragolpes del Slovan se hicieron mucho más peligrosos y por momentos pareció más cerca el segundo gol de los checos que el empate sevillista. Los minutos pasaban y pasaban y los de Nervión se mostraban inoperantes en ataque, hasta que un contragolpe sevillista en el 77 provocó que el Slovan se quedaran con diez jugadores sobre el campo al ser expulsado su portero. Al Sevilla se le ponía el partido cuesta arriba. Con superiodidad numérica sobre el campo, acentuó su dominio y encerró a los checos, algo desquiciados, en su área. Al final, Vitolo lograba igualar el marcador en una jugada dentro del área. El Sevilla empujó sobre las manecillas del reloj para llevarse los tres puntos, pero el marcador acabó en tablas.
