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La Copa duerme ya en España tras otro día de locura

Los campeones ofrecieron el título a la afición, que inundó literalmente las calles de Madrid

el 12 jul 2010 / 12:01 h.

Aclamados.

 

La selección española de fútbol recibió todo el agradecimiento de la afición durante su recorrido por las calles de Madrid, abarrotadas por vecinos de la capital y provenientes de distintas ciudades para saludar a los campeones al grito de “campeones, campeones”.

Fue una enorme fiesta, una locura colectiva por el mayor éxito del fútbol español que terminó pasada la medianoche e hizo las delicias de miles y miles de personas.

Tras las recepciones oficiales en el Palacio Real y el de La Moncloa, la comitiva entró en la ciudad sobre las ocho de la tarde por la calle Princesa para hacer el tránsito en dos autobuses descapotables, que fueron seguidos por una marea de aficionados, a pie y en moto, con banderas.

Con un enorme Campeones en el frontal superior del autobús y el toro español, los jugadores dieron rienda suelta a su alegría saludando al público con el trofeo en alto, que pasó de mano en mano, aunque Iker Casillas fue el primero en portarlo.

Reina, erigido en maestro de ceremonias desde la celebración de la Eurocopa, animó con vuvucela en mano a los de aficionados que desafiaron el calor para dar la bienvenida al equipo. Luego, el portero volvería a deleitar a todos sobre el escenario.

Mientras Sergio Ramos ondeaba su bandera, Fernando Torres hizo un guiño a sus fieles rojiblancos y se colocó una enseña con el escudo del Atlético. David Villa, sombrero nacional en ristre, y Mata recordaron su origen asturiano con sendas banderas del Principado, igual que hizo Albiol con la de Valencia.

Llorente y Javi Martínez desplegaron la del Athletic;  Capdevila y Cesc pusieron el toque de humor con sendas pelucas, junto a Jesús Navas, Xabi Alonso, Xavi y el autor del gol de la final, Iniesta, que no se cansó de escuchar “Iniesta, España está de fiesta”.

El seleccionador, Vicente del Bosque, junto a sus colaboradores respondía con cariño a los gritos de “yo soy español”, coreados desde las aceras y calzadas al paso de la selección, que enriqueció la celebración del Centenario de la Gran Vía al transitarla.

La bienvenida vivió su punto final en la explanada del Puente del Rey, donde Ketama, David Bisbal, David Bustamente y Hombres G, entre otros, amenizaron la espera de decenas de miles de personas. Cuando llegó la selección, la afición estalló de alegría y disfrutó de lo lindo.

Visitas protocolarias. Con anterioridad, el Palacio Real y el complejo de La Moncloa se vistieron de rojo para recibir a los campeones antes de que comenzaran su paseo triunfal por las calles de Madrid liderados por Vicente del Bosque y por el capitán, Iker Casillas.En el salón de columnas del Palacio, Don Juan Carlos dio las gracias a los integrantes de la selección por “hacer realidad los mejores sueños” y ser ejemplo de “deportividad, nobleza, buen juego y trabajo en equipo”.

Buena parte del protagonismo del acto recayó en las infantas Leonor y Sofía, quienes, vestidas con la camiseta de la selección, tocaron la copa y se pusieron las medallas que les prestaron los jugadores.

Los futbolistas, con camiseta roja conmemorativa y pantalón de chándal azul, regalaron al Rey la camiseta de la selección con la estrella de campeón mundial FIFA firmada, el mismo obsequio que recibió luego Zapatero.

Un ejemplo para todos. “Sois un ejemplo de esfuerzo y espíritu de superación para las nuevas generaciones”, dijo el Rey, para quien la selección también demuestra “la capacidad que tiene España para lograr juntos los éxitos” que se propone.

En su opinión, este equipo es digno de alabanza por haber sabido “aglutinar a todos los españoles y hacer realidad nuestros mejores sueños”, además de “proyectar el nombre de España en todo el mundo”.

Acompañado de la Reina, los Príncipes y la Infanta Elena, elogió además su “ejemplo de deportividad, de nobleza, de buen juego y de trabajo en equipo”.

Desde el Palacio Real la selección se trasladó a la Moncloa, donde varios miles de personas, entre funcionarios de Presidencia y sus familiares (la mayoría niños) se sumaron al homenaje.

Tras alzar el trofeo, botar sobre el escenario instalado en los jardines y hacer reverencias a un Casillas vitoreado por el público, Zapatero dijo que detrás del éxito está “la fuerza unida de todos los españoles para que la mejor imagen de España brille en todo el mundo”.
iniesta y del bosque.

El presidente del Gobierno dio la enhorabuena por un “triunfo histórico”. “Han ganado por ser los mejores, por jugar en equipo, por el juego limpio y por esa buena actitud y saber estar en el campo y fuera del campo”, añadió.

Zapatero personificó el éxito en Iniesta, el autor del gol de la final, por su buen fútbol y su calidad humana, y en Del Bosque, por su “fuerza, templanza y serenidad para representar con dignidad a todos los españoles”.

Del Bosque extendió el éxito “a toda la familia del fútbol”, desde el club más humilde al más grande, y compartió el momento con su hijo Álvaro, con síndrome de Down.

Cumpliendo la promesa que le hizo en su día, Álvaro recibió la copa de los jugadores nada más llegar y paseó en autobús con su padre. 

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