Serbia vive en la cuerda floja política, con la independencia de Kosovo a la vuelta de la esquina e incluso el temor a las elecciones anticipadas por la brecha abierta entre el primer ministro y el presidente del Gobierno.
El presidente de Serbia, Boris Tadic, apeló a "la máxima responsabilidad y seriedad" de las instituciones del país ante la abierta crisis política, y anunció que pedirá una reunión con el primer ministro, Vojislav Kostunica, para buscar una salida a las tensiones gubernamentales.
La crisis en Serbia ha ido en aumento desde el martes, sin señales de atenuación, y amenaza con desencadenar elecciones anticipadas y desestabilizar el país en un momento crítico por la inminente declaración unilateral de independencia de Kosovo.
Tadic dijo que en la Conferencia de Munich insistirá en que "es inaceptable cualquier independencia". "También hablaré de los aspectos de seguridad, así como de nuestra postura respecto al envío de la misión de la UE a Kosovo, que puede llegar exclusivamente dentro del marco del Consejo de Seguridad de la ONU", recalcó.
Por su parte, el pretendiente al trono serbio, Alek- sandar Karadjordjevic, pidió "la plena responsabilidad" de los políticos ante la crisis, "cuyas consecuencias pueden ser fatales para la elección del camino por el que se dirigirá Serbia".
En medio de la tensión, un grupo de ultranacionalistas impidió en Belgrado la apertura de una exposición de fotografías de artistas de Pristina. De hecho, la Policía tuvo que intervenir para evitar incidentes.
