La ONU teme que la situación humanitaria que se vive en Kenia desde la pasada semana afecte a otros países vecinos por ser ésta una zona clave en la distribución de ayuda. La existencia de unos 250.000 desplazados internos como consecuencia de los disturbios registrados en los últimos días agravan la realidad que vive el país africano.
"Se ha registrado una mejora o estabilización de la situación de seguridad en Kenia, pero seguimos preocupados por la situación humanitaria, que se agrava", dijo la portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, Elisabeth Byrs.
Uno de los obstáculos que las agencias de la ONU han encontrado para atender a los desplazados es el movimiento de personas dentro y en torno a los principales focos de la violencia, Eldoret y Kericho, en el Valle del Rift. Christiane Berthuiaume, portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PAM), dijo ayer que unos 100.000 se están agrupando ya cerca de Eldoret. El PAM comenzó ayer la distribución de comida para estos desplazados, y 20 camiones con 670 toneladas de alimentos salieron desde Nairobi en dirección a Eldoret.
Una de las consecuencias de la crisis de violencia que estalló tras las elecciones en Kenia es que las agencias humanitarias se han visto obligadas a echar mano de las reservas que tenían en el país para otras operaciones de ayuda humanitaria.
Desencuentro. Por otra parte, el desacuerdo sigue reinando en la política del país. El líder de la oposición keniana, Raila Odinga, rechazó ayer una invitación para mantener una reunión bilateral con el presidente Mwai Kibaki, que había sido programada inicialmente para el viernes.
Odinga calificó esa reunión como "una atracción secundaria" y un acto de "relaciones públicas", y señaló que sólo conversará con Kibaki como parte de las gestiones de mediación para resolver la crisis política y social del país. La invitación fue cursada por Kibaki el lunes, con el fin de conseguir la paz y la reconciliación tras los disturbios que estallaron tras las últimas elecciones y que han dejado medio millar de muertos, según cálculos oficiales.
Odinga dijo sólo estar dispuesto a reunirse con Kibaki como parte de la mediación que encabezará el jefe de Estado de Ghana y presidente de turno de la Unión Africana, John Kufuor.