La crisis económica ha disparado la economía sumergida. Un ejemplo de ello es que el volumen de dinero negro que se movió en Andalucía en 2009 superó los 34.000 millones de euros, unos 5.000 millones más que en 2007, esto es, un 17% más en dos años. Estos datos los expuso ayer en la inauguración de unas jornadas sobre la transparencia en la actividad económica el vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Antonio Ponce, quien se basó en informes de los técnicos de Hacienda.
Este tipo de conductas irregulares desde el punto de vista fiscal "abre el peligroso camino de la subida de impuestos", dado que la economía sumergida repercute en menores ingresos fiscales para el Estado.
De este modo, abogó por mentalizar a los consumidores "para no aceptar fraudes con el pretexto de que en la economía sumergida encuentran mejores precios" y ha apostado por el cumplimiento empresarial de las obligaciones con el fisco.
Ponce denunció además la competencia desleal a la que se enfrentan las empresas cumplidoras con respecto a las que no lo son y reclamó a las administraciones que eviten este tipo de agravios.
En declaraciones a Efe, la delegada especial de la Agencia Tributaria en Andalucía, Pilar Fernández, que también intervino en las mismas jornadas, afirmó que el "fraude perjudica a todos, supone un deterioro de la calidad de los servicios y origina competencia desleal frente a los que cumplen las obligaciones tributarias". Así, señaló que el fraude fiscal no es un fenómeno moderno, pero en las últimas décadas en las sociedades desarrolladas ha habido "permisividad social" con las conductas fraudulentas, que han pasado en algunos casos a considerarse "normales".
También recordó que el último plan del gobierno central de lucha contra el fraude fiscal recoge más de 300 medidas e indicó que la labor de la prevención es fundamental también para combatir este tipo de comportamientos.
La responsable de la Agencia Tributaria en Andalucía apuntó por su parte que con la crisis el fraude fiscal ha girado hacia otros sectores y actividades, aunque no los concretó para no desvelar aspectos de la actuación de la administración tributaria.
prudencia de las cajas. Por su parte, el presidente de Caja Rural del Sur, José Luis García Palacios, que participó en las jornadas, calificó como "tremenda" la situación en la que se encuentran las entidades financieras como consecuencia de la actual coyuntura y del importante stock de viviendas acumulado, unas entidades que "no quieren dar un paso al frente y pedir ayuda". Además, explicó que muchas entidades han tenido que pedir dinero fuera para atender la demanda existente y "ahora hay que devolver ese dinero".
Así, insistió en que se trata de algo "absurdo" y apuntó a la constitución del Fondo para la Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), donde se desarrollan las reuniones "sin saber que entidades pedirán o no ayudas a pesar de su tremenda situación". "La situación no para y la morosidad sube, mientras que las entidades no quieren dar un paso al frente y pedir ayuda. Si las entidades financieras no funcionan se producirá una catástrofe", sentenció.
