Hace unos días saltó a los medios de comunicación la noticia de que la familia Bardem se había visto obligada a presentar un ERE que afectaba a 11 personas para cerrar su restaurante La Bardemcilla, un local situado en el barrio madrileño de Chueca. El restaurante, en otros tiempos muy concurrido, se había visto afectado por la crisis de forma que hacía insostenible su supervivencia. La Bardemcilla estaba regentada por Mónica Bardem, la única fémina del clan de actores. Finalmente, los intérpretes emitieron un comunicado en el que descartan la presentación del ERE y se muestran a favor de llegar a un acuerdo consensuado: No estamos dispuestos bajo ningún concepto de someter a nuestros trabajadores a un procedimiento de estas características amparándonos en una reforma contra la que nos hemos manifestado públicamente.
Otra que tiene problemas económicos es Lolita. La hija de Lola Flores debe pagar 7.000 euros para evitar el embargo de su casa de la Moraleja. El importe son las costas de un juicio que perdió contra la periodista Pilar Eyre por los comentarios que esta había hecho de sus padres, Lola Flores y Antonio González, y de su hermano Antonio, en Hormigas blancas.
Miguel Bosé se embarcó en un negocio de jamones, que comercializó con el nombre Monsalud, y en la producción de vinos, negocios que ha dejado de lado. El resto de la familia Bosé tampoco se ha escapado de la mala racha económica. Su hermana Lucía Dominguín tuvo que cerrar Rocamador, el monasterio franciscano de 1512 convertido en hotel rural de cuatro estrellas que tenía junto a su exmarido Juan Tristancho, en Almendral (Badajoz). Y también su madre le ha dado cerrojazo al Museo de los Ángeles de Turégano (Segovia).
La multimillonaria baronesa Thyssen también ha tenido que echar mano a su patrimonio para obtener dinero líquido. Tita Cervera se ha visto obligada a vender uno de sus cuadros. Llega un momento, que, como todos en Europa, tenemos crisis, dijo la baronesa para justificar la venta del cuadro La Esclusa, del pintor británico Constable, una obra que en la subasta en Sotheby's de Londres alcanzó casi 28 millones de euros. Esta semana ha trascendido que la baronesa Thyssen usa paraísos fiscales, como las Islas Cook para comprar obras de arte en casas de subastas como Sotheby's y Christie's.
Tampoco pasan por su mejor momento actrices como Rossy de Palma y Loles León. La primera llegó a confesar que su situación es desesperada: Yo tengo un hipotecón muy gordo y tengo mis cuentas a cero. Una de las últimas en llamar la atención fue Candela Peña. En su discurso tras obtener un premio Goya, dijo: En estos tres años ha nacido un hijo de mis entrañas y no sé qué educación pública le espera. (...). Esta alegría no me la amarga nadie y os pido trabajo. Tengo un niño que alimentar.
